Los melillenses dejaron escapar ayer dos importantes puntos frente a un rival directo, aunque, tal y como se había puesto el encuentro, los de la ciudad autónoma pueden dar por bueno el empate. No en vano, los almerienses se adelantaron en el marcador hasta en dos ocasiones, consiguiendo los de Ahmed Dris el 2-2 definitivo gracias a la transformación de una pena máxima por parte de Mizzian, cuando apenas restaban tres minutos para la conclusión del partido. El Rusadir dejó escapar ayer dos importantes puntos frente a un rival directo como Los Molinos, aunque, tal y como se había puesto el encuentro, los melillenses pueden dar por bueno el empate. No en vano, los almerienses se adelantaron en el marcador hasta en dos ocasiones, consiguiendo los de Ahmed Dris el 2-2 definitivo gracias a la transformación de una pena máxima por parte de Mizzian, cuando apenas restaban tres minutos para la conclusión del partido.
Los visitantes habían salido al terreno de juego muy enchufados y bien pronto lograban el 0-1. Este tanto supuso un golpe anímico para los locales del que tardaron en sobreponerse. Afortunadamente, antes de llegarse al tiempo descanso Symo devolvía las tablas al luminoso del campo de La Espiguera (1-1).
La segunda mitad arrancaba casi de idéntica manera a como lo hizo la primera, con los andaluces mostrándose muy eficaces de cara a la portería contraria y situándose de nuevo por delante en el electrónico. Lo mejor para el equipo rojinegro es que quedaban más de cuarenta minutos por disputarse y finalmente la insistencia tuvo su recompensa en forma de gol. Mizzian no fallaba desde los once metros y establecía en los últimos minutos el que sería el definitivo resultado de 2-2.
