Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Logo de Melilla hoy

CARTA DEL EDITOR

¿Por qué Rajoy no dimitió antes?

Atacar a Mariano Rajoy se había convertido en España en una especie de deporte nacional. Le conocí hace ya muchos años y siempre mantuve una buena relación con él. Nunca me pareció una mala persona. Razones para criticarle había, pero me parece despiadado y fundamentalmente injusto lo que muchos le han hecho, al verle caído. Coincido, en buena parte, con lo que el director de ABC, Bieito Rubido, escribía el pasado domingo acerca de Rajoy, especialmente el último párrafo de su escrito: “El poder, cualquier forma de poder, hasta el logrado de la manera más democrática, es siempre un privilegio. Lo escribió en su día Gregorio Marañón. Rajoy tuvo el privilegio y el honor, como él dice, de gobernar España. Sufrió más de lo habitual, pero demostró siempre entereza de ánimo y una enorme dignidad, incluso en esta salida, que me temo que no augura nada bueno para el país. Y lo hizo con una sonrisa. Como en su día James Callaghan, cuando allá por 1979 tuvo que abandonar su puesto de premier de Gran Bretaña por un solo voto; y procedió sonriendo, sin un reproche. Es la misma sonrisa de Rajoy, que sabe, además, que su marcha es injusta y esconde una perversión del actual modelo democrático. Y un último corolario: cuando se juega a romper la derecha, acaba gobernando la izquierda”. La izquierda y los separatistas antiespañoles, en este caso. Lo bueno: que ahora, por fin, el PP nacional podrá empezar a separarse del quietismo paralizante que le ha llevado al desastre y que ha puesto a España al borde del mismo desastre. La incógnita: por qué Rajoy no dimitió antes, evitando así el Gobierno Frankestein o de marketing y que se cumpliera el anhelo de Pedro Sánchez de ser pronto (e inevitablemente) ex presidente.
“Me puedo caer/ me puedo herir/ puedo quebrarme/ pero con eso no desaparecerá/ mi fuerza de voluntad” (Madre Teresa de Calcuta).? ??Hay que insistir e insistir, y volver a insistir. Insistir, especialmente en estos tiempos políticos que se avecinan, en que es una falacia que lo público es mejor y más barato que lo privado, porque no lo es. Insistir en que, como nos explica Hayek en “Camino de servidumbre”, por lo general los peores individuos alcanzan la cima del poder político, porque para alcanzar el poder los líderes necesitan conectarse con el mayor número de individuos que tengan un denominador común y estos son los que tienen el nivel más bajo, no los que tienen gustos diferenciados y desarrollados que no concuerdan con el pensamiento único (ejemplo: populismos tipo Pablo Iglesias y Podemos). El resultado: una sociedad sin libertad, en la que se vive -alentados por el poder político- bajo la perspectiva de que las desdichas y el infortunio diarios se deben a la malicia de otros. Ese es el peligro que, por mucho que se disimule y salvo milagro, se nos viene encima.

Sobre el nuevo gobierno, socialista en exclusiva, la primera impresión es que, desde el punto de vista del marketing, es mejor de lo que se temía, con un pero inicial muy importante: cuatro ministerios más, con el consiguiente aumento de un gasto público y unas prebendas ya exageradas, incluso insultantes, de los que ostentaban y ostentan esos cargos públicos. Una reflexión que también es válida para Melilla: sería un error monumental colocar en el Ayuntamiento/Ciudad Autónoma, ya demasiado poblada de cargos, a alguno de los directores provinciales o altos cargos de la administración central cesados.

Y una aclaración que hoy, en tiempos difíciles, considero necesaria (La verdad nos hará libres, como dijo Jesús): Juan José Imbroda y yo somos amigos y yo espero que esa amistad dure siempre. Ser amigos no implica que siempre se piense de la misma manera sobre todas las cosas y eso nos ocurre a los dos, pero seguimos siendo amigos y esa amistad, nos parece, es buena para Melilla.

Posdata
A propósito de la Confederación de Profesionales y Empresarios de Melilla viene a cuento recordar lo que escribe un empresario hispanoamericano en el libro “Ideas en Libertad”, un homenaje a Mario Vargas Llosa: “personajes como Edison, Ford, Graham Bell o Steve Jobs, han contribuido más y mejor a alcanzar prosperidad a miles de millones de seres humanos que los políticos populistas de izquierda que han pululado en América Latina y en otros países, España incluida. Y una conclusión: “sólo teniendo -los empresarios- orgullo de lo que somos, podemos dar el siguiente paso: defender con altivez y decisión nuestras ideas”.

Leo en las memorias de Katharine Graham, la que fuera editora de “The Washington Post”: “pese a las dificultades, es mejor que el editor de un periódico sea propietario del mismo, y no se limite a ser un propietario ausente”. Me vienen a la memoria la cantidad de infamias que he tenido que sufrir desde que, en 1985, hace ya más de treinta y tres años, fundé el periódico del que soy editor y al que me dedico desde entonces. Infamias, cuando no calumnias, por parte de imbéciles -los que no tienen báculo y por eso trastabillean- del tipo Julio Liarte, el más negado y el mayor gafe político de Melilla, o el patético Emilio “El Rojo” Bosch, conocido antaño por sus compañeros políticos como “El Piticlín”. Cuando todo el asunto del campo de golf termine de terminar, de la única manera legal y justa en la que puede terminar lo poco que queda de unas denuncias políticas y monstruosamente falsas, ya nos veremos en los juzgados con esos dos “imbéciles” y alguno más.

Frases

Lo bueno: que ahora, por fin, el PP nacional podrá empezar a separarse del quietismo paralizante que le ha llevado al desastre y que ha puesto a España al borde del mismo desastre.

Sería un error monumental colocar en el Ayuntamiento/Ciudad Autónoma, ya demasiado poblada de cargos, a alguno de los directores provinciales o altos cargos de la administración central cesados.

Juan José Imbroda y yo somos amigos y yo espero que esa amistad dure siempre. Ser amigos no implica que siempre se piense de la misma manera sobre todas las cosas y eso nos ocurre a los dos, pero seguimos siendo amigos y esa amistad, nos parece, es buena para Melilla.

Loading

Enrique Bohórquez López-Dóriga

Más información

Scroll al inicio

¿Todavía no eres Premium?

Disfruta de todas
las ventajas de ser
Premium por 1€