La Ciudad Autónoma de Melilla inició ayer una obra de remodelación de la calle Chacel, una de las más transitadas del centro histórico de la ciudad, para mejorar la movilidad peatonal con diversas actuaciones dirigidas al calmado de tráfico, que supondrán una inversión de 574.290 euros. El presidente melillense, Juan José Imbroda, y el consejero de Coordinación y Medio Ambiente, Manuel Ángel Quevedo, acudieron por la mañana al inicio de esta obra, que está cofinanciada en un 80 % por fondos europeos y un 20 % con fondos propios, y tendrá un plazo de ejecución de cinco meses, por lo que estará terminada antes de Navidad.
Imbroda, en declaraciones a los periodistas, explicó que con esta obra, la Ciudad Autónoma “sigue en la sintonía de semipeatonalización” que se ha seguido en otras calles de Melilla, aunque la idea es seguir en esta línea más adelante por fases, para no levantar todo el centro de una sola vez.
Plataforma única
La obra de la calle Chacel supondrá la pérdida de 14 plazas de aparcamiento, pasando de 29 a 20, ya que en lugar de estacionamiento en batería, ahora será en línea.
Además, la calle será de plataforma única, con adoquín gris, y rebajará la velocidad máxima permitida a 20 kilómetros por hora, con prioridad peatonal.
Este proyecto incluye la creación de una de plaza peatonal para evitar la incorporación de vehículos a la Avenida Juan Carlos I, generando un espacio abierto de esparcimiento con un banco-jardinera con una estética similar a la de los edificios modernistas de la zona.
Otros factores que harán más atractiva la zona para los peatones será la ampliación del acerado, la mejora de servicios urbanos como canalizaciones, redes, acometidas de agua y alumbrado público, así como la incorporación de arbolado y nuevo mobiliario urbano.
De esta forma, la calle Chacel se asemejará a la calle O’Donnel, que “ha marcado un éxito que demandaban los ciudadanos y comercios de la zona”, señaló Imbroda antes de destacar que esta actuación también tendrá un impacto positivo en la creación de empleo.
