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Carta del Editor

Existe un camino a la derecha y la libertad

Tras un larguísimo proceso judicial, más largo aún de lo que acostumbran ser los procesos judiciales españoles, que una vez más hacen bueno el dicho de que una justicia lenta no es justicia, por fin la Sección Séptima de la Audiencia Provincial de Málaga con sede permanente en Melilla -menos mal- se ha pronunciado sobre el tristemente famoso caso del voto por correo en las elecciones generales de 2008, hace ya más de diez años, unas elecciones generales a las que, en Melilla, se presentaron conjuntamente Coalición Por Melilla (CPM) y el PSOE, como gráficamente mostraba nuestro periódico el miércoles pasado, con una fotografía en la que aparecen Mustafa Aberchán, candidato al Senado en aquel entonces, y Dionisio Muñoz firmando el pacto, en presencia del expresidente Rodríguez Zapatero -de infausto recuerdo para España-, José Blanco, ex secretario general del PSOE, Gregorio Escobar, ex Delegado del Gobierno en Melilla y candidato al Congreso, y Mari Cruz Escribano, candidata socialista al Senado. Tras un larguísimo proceso judicial, más largo aún de lo que acostumbran ser los procesos judiciales españoles, que una vez más hacen bueno el dicho de que una justicia lenta no es justicia, por fin la Sección Séptima de la Audiencia Provincial de Málaga con sede permanente en Melilla -menos mal- se ha pronunciado sobre el tristemente famoso caso del voto por correo en las elecciones generales de 2008, hace ya más de diez años, unas elecciones generales a las que, en Melilla, se presentaron conjuntamente Coalición Por Melilla (CPM) y el PSOE, como gráficamente mostraba nuestro periódico el miércoles pasado, con una fotografía en la que aparecen Mustafa Aberchán, candidato al Senado en aquel entonces, y Dionisio Muñoz firmando el pacto, en presencia del expresidente Rodríguez Zapatero -de infausto recuerdo para España-, José Blanco, ex secretario general del PSOE, Gregorio Escobar, ex Delegado del Gobierno en Melilla y candidato al Congreso, y Mari Cruz Escribano, candidata socialista al Senado. Los tres candidatos coaligados estuvieron cerca de ganar las elecciones al PP pero, a pesar de lo de los votos por correo y su enorme aumento porcentual con respecto a elecciones anteriores, perdieron.

Las mayores penas de la Audiencia han recaído, como era de esperar por su posición de entonces a la cabeza de sus partidos, en Mustafa Aberchán, presidente antes y ahora también de CPM, y en el maligno y pésimo político que fue Dionisio Muñoz, ex secretario general y líder del PSME-PSOE. La Audiencia los considera “autores de un delito de falsedad y dos delitos electorales”, y la condena es a dos años de prisión -que no tendrían que cumplir-, 30 meses de inhabilitación para el derecho de sufragio pasivo -participar en elecciones- y una multa de 10.610 euros.

De los 29 acusados, otros 16 han sido condenados a diferentes penas y 11 han sido absueltos. Con toda probabilidad, las sentencias -al menos parte de ellas- serán recurridas en casación ante el Tribunal Supremo, así que, al no ser firmes, las penas impuestas quedarán en suspenso, lo que permitirá a todos los que lo deseen y sean elegidos (o autonombrados) presentarse a las ya próximas elecciones locales del próximo mayo.

Mustafa Aberchán ya ha anunciado que descarta dimitir, así que, tal y como están las cosas en los partidos políticos, lo esperable es que vuelva a encabezar la lista de CPM en mayo. Además ha añadido que luchará hasta el final, algo previsible, por otra parte. Ciudadanos Melilla, vía Eduardo de Castro, se ha precipitado a declarar que sólo “pedirá la dimisión de Aberchán si se hace firme la sentencia del caso voto por correo”, lo que ha causado la indignación de Juan José Imbroda, que escribía en twitter: “Condenado a dos años de prisión y Cs no le pide la dimisión, cuando han volado alcaldes por estar sólo imputados!! ¡¡ Vaya sinvergüenza !!”.

Habrá ocasión de volver a hablar, más de una vez, de todo esto y del estado de la Justicia en nuestro país, una Justicia que ha sufrido durante los últimos días más de un terremoto, como las sentencias sobre las hipotecas, las manifestaciones públicas de protesta de jueces y fiscales o el bochorno de la renovación político-judicial de los jueces del Tribunal Supremo, con el punto positivo, en este último caso, de la valiente y extraordinaria (por insólita) decisión del juez Marchena de no aceptar el nombramiento de presidente del CGPJ que habían pactado -en malísima hora- PSOE y PP. Conviene recordar, en este momento crítico, algunos datos de lo que opinan los extranjeros y los españoles sobre la justicia en España. Por ejemplo, el Foro Económico Mundial (WEF, en su denominación inglesa) en un ranking de 137 países en el que se mide el grado de independencia de la justicia, España ocupa el puesto 58 (los tres primeros puestos son para Finlandia, Nueva Zelanda y Noruega; los tres últimos para Venezuela, la cuna de Podemos, Nicaragua y Ecuador), un puesto extraordinariamente malo para un país europeo como el nuestro. Otro informe, de la Comisión Europea, concluye que el 39% de los españoles opina que la independencia judicial es mala y el 19% que es muy mala; de los 29 países de la UE, sólo Bulgaria, Croacia y Eslovaquia obtienen una calificación peor que España. Probablemente Aberchán se encuentra ahora dentro de ese 19% de los que opinan muy mal sobre la situación de nuestra justicia.

Y también habrá que volver a hablar sobre la actual estructura política de nuestra ciudad. Melilla necesita un cambio profundo, ese es un clamor popular que sólo los que no quieren oír pueden no escuchar. Y el único cambio político que yo veo posible en Melilla es el que puede protagonizar VOX Melilla, insisto, VOX MELILLA, que no tiene nada que ver con lo poco, y a veces muy malo, a veces malintencionado, otras no, que hubo de VOX en nuestra ciudad.

Me regalaron un libro de Santiago Abascal presidente de VOX, con un título muy sugerente, “Hay un camino a la derecha”, y un prólogo muy acertado de quien fuera profesor mío en la Escuela de Organización Industrial y Administración de Empresas, el gran sociólogo Amando de Miguel.

Dice Amando: ¡Albricias! Por fin se nos muestra un político español que asegura ser de derechas. Porque, efectivamente, existe un camino a la derecha, y la libertad “empujado por el clamor de un electorado que siente una orfandad dickesiana, procedente, entre otras causas, de las expoliadas clases medias -a base de abusivos impuestos directos e indirectos- y de los abandonados a su mala suerte frente al totalitarismo nacionalista”.

Posdata. Gobierno actual, de las narices: Cerrar, de una vez, la frontera, de traficantes, de Gibraltar.

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Enrique Bohórquez López-Dóriga

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