AENA ha presentado a los medios el resultado de la inversión de cerca de 70.000 euros realizada en mejorar las condiciones de la infraestructura aeroportuaria. El objetivo, prestar un mejor servicio a los usuarios del Aeropuerto, ha implicado la remodelación estética de la sala de recogida de equipajes, que además cuenta con medidas de ahorro de energía comos sensores de presencia y una nueva iluminación. Además, se ha abierto la primera sala de lactancia -completamente equipada- de la infraestructura.
El Aeropuerto de Melilla ha empezado 2019 con un conjunto de obras de modernización de las instalaciones dirigidas a mejorar el servicio prestado al pasajero en las que Aena ha invertido casi 70.000 euros. La remodelación afectado a la estética y la eficiencia energética de la zona de recogida de equipajes, que se ha mejorado con sensores de presencia, hilo musical y paneles con una baja huella ecológica; y ha supuesto la instalación de la primera sala de lactancia de la infraestructura, que está equipada con calefacción, baños, lavabos, cambiadores de bebés, mecedoras, microondas, dispensadores de toallas, televisor, una pequeña área infantil.
El Aeropuerto de Melilla ha cerrado 2018 con crecimientos de tráfico tan significativos que lo han convertido en el mejor año de su historia. La infraestructura de la Ciudad Autónoma registró un 7,3% más de viajeros y un 1,6% más de operaciones que en 2017. En términos absolutos, 348.121 pasajeros se trasladaron en 8.085 vuelos, la mayoría de ellos, comerciales. Los responsables del aeropuerto aseguraron que ya están preparados para asumir el incremento de vuelos de las nuevas rutas de la OSP, y esperan que el nuevo sistema de aproximación pueda empezar a funcionar a lo largo del primer semestre de 2019.
