La secretaria general del PSOE, Gloria Rojas, acusó ayer al PP de intentar “desviar la atención” de los problemas de Melilla hacia “asuntos nacionales”, como a su juicio demostró en el Debate del Estado de la Ciudad celebrado el pasado viernes en la Asamblea. Rojas, en declaraciones a los periodistas, consideró que durante la sesión plenaria se pudo ver “la obsesión” del PP con el PSOE, ya que el 90 % de sus críticas fueron dirigidas a la gestión que está realizando el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, “y lo que es peor, hacia la gestión de Zapatero, que dejó hace muchos años de gobernar este país”.
La líder socialista lamentó que esta estrategia del PP de llevar al terreno nacional cualquier cuestión local que el PSOE quería poner sobre la mesa hizo que le faltara tiempo en el debate para poder rebatir los argumentos del Gobierno local, defendidos con una “triple intervención”, ya que en el Debate del Estado de la Ciudad no solo habla su presidente, Juan José Imbroda, sino también los portavoces del PP y del Grupo Mixto (PPL), Daniel Conesa y Paz Velázquez, respectivamente.
Rojas cree que en las próximas legislaturas habría que modificar el Reglamento de la Asamblea para que la oposición tenga más tiempo para intervenir y rebatir a los diferentes portavoces del Gobierno, aunque admitió que la estructura de este pleno fue acordada recientemente.
Asimismo, abogó por el cambio: “Melilla tiene mucho futuro y una potencialidad enorme, pero se dejó claro en el debate que para que esta ciudad tenga mucho futuro, el Gobierno tiene que cambiar y el PP debe pasar ya a la oposición”.
“La soberbia pudo a Imbroda y no retiró esas terribles palabras”
Rojas lamentó que Melilla haya sido noticia en varios medios nacionales por lo que el pasado viernes dijo en la Asamblea su presidente, Juan José Imbroda, cuando afirmó que el PSOE había llegado al Gobierno “por dos bombas, una el 11 de marzo y ahora con el apoyo de los catalanes separatistas, los de Bildu y todo lo peor que no quiere España”. Rojas dijo que eso es “una barbaridad” y recordó que le ofreció “esas terribles palabras” del libro de actas de la Asamblea, a lo que Imbroda no accedió. Según Rojas, “la soberbia le pudo”.
