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La UGR en Melilla revivirá la figura de Vigil de Quiñones y su relación con la ciudad

De derecha a izquierda, el cónsul de Filipinas, José Ignacio Bidón y Vigil de Quiñones y el decano de la Universidad de Mayores, Nicolás Sánchez Morales.

La Universidad de Mayores del campus de Melilla, prepara con motivo de su 25 aniversario una serie de actividades que tendrán como hilo conductor la figura de Rogelio Vigil de Quiñones, uno de los treinta y tres supervivientes de la Gesta de Baler, hecho marcado en la historia de España.

El Aula Permanente de Formación Abierta del Campus de Melilla, comúnmente conocida como Universidad de Mayores, continúan preparando diferentes actividades académicas y culturales con motivo de celebración de sus bodas de plata.
Este aniversario coincide con el 120 de la Gesta de Baler con los más de treinta supervivientes. Quizás esto suene poco, pero si se nombra a “Los últimos de Filipinas”, la cosa cambia. Es por ello por lo que esta área de la universidad granadina aquí en la ciudad haya querido unir historia con conmemoración y celebración. José Ignacio Bidón y Vigil de Quiñones, cónsul de Filipinas en Melilla, Ceuta, Andalucía Occidental, Ciudad Real y Extremadura, es invitado por el Aula Permanente a que forme parte de las actividades que se están programando para el quinto mes del año. Y es que su relación no solo reside en que sea cónsul de un país como Filipinas en la ciudad o que también imparta clases de Derecho Laboral en la universidad sevillana de Olavide y haya conocido a los alumnos de Relaciones Laborales de aquí de Melilla, sino que su abuelo, Rogelio Vigil de Quiñones, uno de los últimos de Filipinas guardó una estrecha relación con la Ciudad Autónoma.

Héroe español
Vigil de Quiñones además de ser un héroe español y ser laureado, es decir, poseer la mayor distinción militar, fue médico y director del que era en aquella época el Hospital Militar durante cuatro años. Un periodo que destacó su lado más humano y social, abriendo las puertas de este centro sanitario a todo el mundo que lo necesitase.
Así pues, la Universidad de Mayores ha querido reconocer esta figura por la celebración de su aniversario, aunque hay que esperar pasa saber día y hora.

Un antídoto para el beriberi

Rogelio Vigil de Quiñones, además de pertenecer a aquel grupo que aún no sabía si la guerra había terminado y se encontraban encerrado en una iglesia de una localidad filipina, contribuyó de manera importante a la medicina de aquella época, porque a parte de encargarse de la dirección de un hospital militar en Melilla y ofrecer ayuda sanitaria a quién la necesitase, encontró un antídoto que combatía la antigua enfermedad del beriberi, o conocida como fiebre amarilla. Una enfermedad que por aquellos entonces arrasaba con víctimas mortales por donde pasara.

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Luisa Maria Sanchez Ballesteros

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