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La incertidumbre sobre si habrá cordero para el Aid el Kebir lleva a los ganaderos a sentirse ‘un juguete’ en manos de las autoridades

Los ganaderos traerán 3.500 corderos de la península

Afirma el empresario melillense Sidi Selam que si Marruecos ha reconocido que hay fiebre aftosa, “la Delegación del Gobierno tiene que dar una respuesta concreta” sobre si los ciudadanos pueden importar o no corderos para la pascua, porque “ante la incertidumbre actual” los perjudicados son tanto los melillenses como los empresarios, que sienten que “las autoridades están jugando con nosotros”. Lo peor de todo esto es que “están tocando un tema muy sensible, porque no es solo una tradición familiar, sino un tema religioso y sentimental”. El empresario Sidi Selam, tercera generación al frente de Cárnicas Sidi, no entiende “por qué cuando se trata de una tradición religiosa de un colectivo de ciudadanos se politice, cuando lo acertado es apostar por la convivencia”. “Aquí no hay intereses políticos que valgan, sino que hay que dar soluciones y no tener a los melillenses en vilo hasta el mismo día de la fiesta del Sacrificio”, se lamenta.

¿Soluciones?
Lo que queda claro para este empresario es que, si Marruecos ha reconocido que hay fiebre aftosa, “la Delegación del Gobierno tiene que dar una respuesta concreta y la Ciudad Autónoma también, y tienen que sentarse y hablarlo”. Lo que le resulta incomprensible es que “llevamos tres años con la orden del Ministerio de Agricultura” sobre la importación de ganado marroquí “que cada uno interpreta como le da la gana, sin dar soluciones”. Denuncia que lo que ocurre con todo eso esto es que “están jugando con los intereses de los empresarios, y están tocando el amor propio de la ciudadanía, porque es un tema muy sensible, porque no es solo una tradición familiar, sino un tema religioso y sentimental”.

Afirma Sidi Selam, que tradicionalmente en Melilla se ha consumido “muchísimo cordero peninsular, y que desde tiempos remotos se ha traído siempre el ganador que se consume en la ciudad”.

Asegura que el producto peninsular “es el tipo de animal que quisieran tener en sus cabañas los ganaderos marroquíes por su calidad y su raza”. Es más, asegura que esos corderos que España exporta a otros países del mundo, inclusive a los musulmanes para el sacrificio, también se ha vendido desde Melilla a Marruecos. “Antes camiones enteros de corderos y terneros que llegaban a Melilla cruzaban la frontera hacia Marruecos, pero todo esto se acabó a mediados del año dos mil”, asegura.

Tercer año de incertidumbre
La situación, un año más, vuelve a generar incertidumbre en la ciudadanía melillense “porque no se sabe si va a entrar cordero de Marruecos, si los traerán de la península, si habrá suficientes o no, pero todo esto tendría que estar solucionado desde hace mucho tiempo y las autoridades, tanto la Delegación del Gobierno como la Ciudad Autónoma, tienen la obligación de que Melilla esté abastecida”.

Explica que para un empresario como es su caso, adquirir corderos para el sacrificio no es algo sencillo, sino que hay que hacer el encargo a las explotaciones oportunas, que preparan las cabezas necesarias, pero esto es un proceso que dura seis meses, “y no es algo que se pueda hacer de la noche a la mañana”.

El que no se aporte una solución definitiva, sea en el sentido que sea, genera “dudas en la gente y lo que va a pasar es que, como ha pasado en los dos años anteriores, muchos melillenses o se van a Marruecos a pasar la fiesta, o se encuentran con que no pueden sacrificar el cordero porque esperan hasta el último día a ver si al final les dejan pasar el animal desde del país vecino”.

Gastos
Esta incertidumbre también hace mella en los propios empresarios, que “somos los que nos jugamos nuestro dinero, y no sabemos cuántos animales traer, por miedo a que no se vendan todos y nos tengamos que quedar con ellos”. Indicó que él traerá este año unos 1.500, que le supondrá una inversión de más de 200.000 euros, y a esto habrá que añadir otros gastos derivados de la atención sanitaria y alimenticia de los animales. “No puedes hacer este desembolso sin saber si se van a vender o no. Así que yo traeré, unos diez días antes de la fiesta, estos animales porque ya tengo apalabrada su venta. Pero es un gasto enorme, porque no es solo la compra del animal, sino su cuidado durante estos días”, dijo.

De hecho, “tengo contratado un veterinario que se encargada de revisar todos los días a los animales, y además tengo personal contratado legalmente, para la atención directa”.
“Es mucho lo que nos jugamos, y por eso necesitamos que las autoridades sean claras. Ya está bien de politizar la fiesta. Esto es un asunto de ciudad, pero nos enfrentamos a los intereses creado de unos y de otros”, denuncia.

Precios asequibles
Desmintió el mito de que el cordero que se vende en Melilla sea más caro que el marroquí. Indica que, a pesar de los gastos del pienso específico, los cuidados sanitarios, el transporte y la estancia, un animal puede salir por entre 220 y 300 euros, pero “el de 300 es ya un animal enorme”. Los precios son similares a los marroquíes.

La diferencia principal es que “aquí tienen la máxima atención, pasan controles sanitarios a diarios y reciben una alimentación de calidad, y no comen pienso animal como se ha llegado a decir; eso es mentira”.

Como este empresario, dos ganaderos más legalmente establecidos en la ciudad también importarán ganado peninsular para la pascua, por lo que se estima que puedan ofertarse 3.500 cabezas, cifra insuficiente porque en Melilla se han venido sacrificando unos cinco mil corderos cada año.

Si se hubiese actuado con previsión, indica este empresario, se podrían haber dado más licencias y otros empresarios podrían haber abierto locales acondicionaos para la venta de cordero, pero “ya no hay tiempo”.

“Llevamos tres años de calvario con el tema del cordero y la orden ministerial”
Sidi Selam asegura que llevan “tres años de calvario” con este asunto, y que los propios ganaderos se han visto, sin quererlo, envueltos de la polémica y la pugna política, porque señala que ha llegado a recibir amenazas veladas por parte de determinadas personas que le recriminaban que importara cordero peninsular. “Han sido tres años muy difíciles, de comentarios en la calle de gente en contra de que trajera de la península, y otros que se quejaban de que había traído pocos. La pascua del cordero es tan importante para el musulmán como la Semana Santa para el cristiano, por eso ¿cómo se puede jugar de esta forma con la ciudadanía? Tienen que darle una solución”, apostilla.

Los animales “no pueden entrar desde Marruecos en el maletero de coches o en carros”
Defiende Sidi Selam a los ganaderos locales que realizan un gasto importante para que sus animales cuenten con las máximas garantías sanitarias, según queda estipulado en la legislación, algo que no cumplen los animales que pueden adquirirse en Marruecos. “La verdad que traer corderos a Melilla desde Marruecos es un quebradero de cabeza para cualquiera, más si lo es para un particular. Si consiguen los permisos sanitarios, sellos veterinarios y todo eso, después deja mucho de desear la forma en la que los traen: en carretas, en maleteros de coches y no en camiones acondicionados, con lo que el animal sufre”. En cualquier caso, señala que los ciudadanos son libres de adquirirlos donde quieran, ya sea en Melilla o en el país vecino, pero pide que las autoridades aclaren con tiempo suficiente y “no el día antes de la pascua, que pueden pasarlos, porque a nadie le da tiempo y porque a nosotros nos harían mucho daño porque sería una competencia desleal”, indica.

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Jesús Andújar

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