Decenas de melillenses de todas las edades se dieron cita ayer en el acto de homenaje a los hombres del mar, que se celebró nuevamente en la Plaza de los Pescadores. La tarde se inició con la ceremonia religiosa en el interior de una iglesia Castrense. Acto seguido, se abrieron las puertas del templo para dejar salir sobre unas andas una pequeña talla de la Virgen del Carmen portada por diez mujeres, todas ellas Damas de la Virgen del Carmen de la Compañía de Mar, la compañía militar más antigua del Ejército español.
El pequeño trono estuvo acompañado en su salida procesional desde la puerta de la Iglesia Castrense hasta la Plaza de los Pescadores, por el sonido de un tambor y detrás, autoridades civiles y militares y decenas de melillenses con flores blancas.
Una vez en la Plaza de los Pescadores, junto a la embarcación que recuerda a los hombres y mujeres del mar de nuestra ciudad y los nombres de los barcos de la ya desaparecida flota pesquera local, se ofreció una pequeña oración pidiendo a la Virgen del Carmen que siga protegiendo a Melilla, para dar paso a la salve marinera y a la ofrenda floral.
El presidente de la Ciudad Autónoma, Eduardo de Castro, se dirigió a los presentes para dejar de manifiesto el apoyo de su gobierno a esta ofrenda en recuerdo de cuantos han perdido la vida en el mar y de la flora pesquera melillense ya desaparecida, y todo lo que supuso para Melilla. Felicitó a los organizadores de este acto por contribuir a la supervivencia de una de las tradiciones más arraigadas para los melillenses como es su Virgen del Carmen. Con vivas a la Virgen, a Melilla y a España terminó su intervención. El acto se cerró con el himno nacional.
