El presidente de la Confederación de Empresarios de Melilla (CEME), José Reyes, mostró su confianza en que el presidente de la Ciudad Autónoma, Eduardo de Castro cumpla con el compromiso que asumió ayer con esta entidad en cuanto a “dejarse la piel” en la búsqueda de soluciones a la crisis que sufre el comercio en la ciudad, en especial por las restricciones y trabajas al paso de mercancía por parte de Marruecos. En declaraciones a la prensa, José Reyes, apuntó que las conclusiones que se pueden extraer de la reunión de ayer con el presidente de la Ciudad y los responsables del área de Economía “son muy positivas”, en especial porque se dieron algunas pinceladas de los asuntos que afectan a los empresarios locales, como las restricciones al comercio fronterizo.
Gobierno local
Confía el presidente de la CEME que el Gobierno local pueda colaborar en la búsqueda de soluciones, y deja patente que se necesita “un cambio importante para reactivar la ciudad”.
Explicó que “Melilla por sí sola no tiene una actividad que poder desarrollar de cara al exterior, porque no tiene fábricas ni puede elaborar nada para vender, y tenemos que vivir con nuestros medios y creo que el turismo y la hostelería” son la principal vía de ingresos, por lo que se pregunta “de qué vamos a vivir si nos cierran la frontera”.
Reconoció que las restricciones que Marruecos está imponiendo al comercio minorista, el conocido como ‘comercio atípico’ en el puesto de Barrio Chino, “pueden repercutir de forma muy negativa” en la ciudad.
Reyes mostró su deseo de que el Gobierno de la Ciudad pueda “solucionar estos problemas”. “Confiramos mucho porque sabemos que el presidente lo va a intentar, que no va a cejar en el empeño porque el tema del comercio tiene que ser algo prioritario. El presidente se ha comprometido a dejarse la piel para intentarlo y creo que lo hará”, afirmó el máximo responsable de la CEME.
COA
Por otra parte, Reyes aseguró que el fin del servicio de la COA en Barrio Chino era algo que “se venía venir” como consecuencia de las restricciones que fija, de manera aleatoria, el país vecino, al paso de mercancías.
La COA trasladaba a las porteadoras con sus bultos desde las naves industriales hasta Barrio Chino para “aliviar la carga”, pero el problema es que las autoridades marroquíes dicen en ese momento “qué producto pasa y cuál no”.
“Si eso lo hacen un día sí y otro también, la mercancía tiene que dar la vuelta y el servicio no interesa montarlo, y por eso la COA lo paraliza a la espera de si hay alguna solución por parte de quien corresponda”, explica Reyes.
Dificultades
No pudo concretar cuánto tiempo lleva produciéndose estas dificultades al paso de mercancías del llamado ‘comercio atípico’, pero sí que la restricción puede variar a lo largo de un mismo día, por lo que difícilmente se puede actuar con previsión. “No se puede prever el paso de mercancías que dejará Marruecos, que es el que lo decide. Ahí no podemos hacer nada y solo nos queda acatarlas. Son las autoridades las que, de alguna manera, podrían hacer algo, pero no sé hasta qué punto porque Marruecos es un país soberano que toma sus decisiones”, apostilló el presidente de CEME.
“Desamparados” en el tema del cierre de la aduana comercial
El presidente de la CEME no considera que cuando está a punto de cumplirse un año del cierre de la aduana comercial por decisión de Marruecos, que Melilla haya dejado de ser una prioridad para el Gobierno socialista, pero sí que “en el fondo nos sentimos un poco desamparados, porque si nadie da explicaciones, no dice nada, de qué vamos a vivir” se pregunta. Según dijo, lo que ha trascendido es que se mantienen contactos y conversaciones a nivel técnico entre ambos países, pero se lamentó que no conoce si hay algún avance, y “este es un asunto prioritario para nosotros”. “Melilla tiene que remontar y tendremos que reinventarla para hacerla productiva porque hoy por hoy poco futuro le vemos”, afirmó Reyes.
