El silencio de las dos administraciones es grave cuando queda tan poco tiempo para el 12 de agosto porque la falta de noticias no tranquiliza, en absoluto, a quienes están pendientes de los preparativos para celebrar el Aid El Kebir A tres semanas para que se celebre el Aid El Kebir, las miles de familias melillenses que celebran su Pascua Grande no saben si podrán comprar su borrego en Marruecos o en Melilla, porque ni la Delegación del Gobierno ni la Ciudad Autónoma han dado ninguna información sobre si habrá restricciones al paso de corderos por la frontera como en los años anteriores y, en ese caso, si se están haciendo las gestiones necesarias para abastecer Melilla de borregos de la península.
Esta incertidumbre es, cuanto menos, una falta de consideración, si no de respeto, hacia estas familias, cuya festividad más importante se ve empañada, en los últimos años, por la polémica y el juego político de algunos partidos que buscan en este asunto un buen puñado de votos. Pero ese silencio de las dos administraciones es grave cuando queda tan poco tiempo para el 12 de agosto porque, aunque digan que están trabajando desde la discreción, la falta de noticias no tranquiliza, en absoluto, a quienes están pendientes de los preparativos para celebrar el Aid El Kebir. Nos vendieron que probablemente esta semana habría una reunión entre el presidente de la Ciudad Autónoma, Eduardo de Castro, y el ministro de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente en funciones, Luis Planas, pero estamos a viernes y, que se sepa, no ha habido ningún encuentro ni tampoco fecha para que se produzca. Al menos, la vicepresidenta del Gobierno de Melilla no tenía constancia de ello.
De todos modos, a juzgar por los acontecimientos recientes, parece poco probable que este año puedan pasar a Melilla borregos desde Marruecos. Además de la comparecencia amenazante de Coalición por Melilla respecto a un posible abandono del tripartito que sostiene el Gobierno melillense para no compartir equipo con el PSOE, al que considera responsable de esa restricción, no hay que perder de vista el reciente informe del Ministerio de Agricultura, según el cual Marruecos es el tercer país del mundo en los que se ha declarado un mayor número de focos de fiebre aftosa, notificados a la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE).
MELILLA HOY avanzó hace unos días las conclusiones de este documento oficial, que cifra en 40 los focos de esta enfermedad animal que lleva contabilizados el país vecino, solo por detrás de Argelia, que encabeza la clasificación con 317, y Zimbabue, que lleva 220 en total. ¿Alguien pone en duda que el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente vaya a poner en riesgo al sector ganadero español, tan importante para la economía del país, para que en Melilla pueda haber borregos de Marruecos para la celebración del Aid El Kebir, cuando ese riesgo abriría la puerta de la fiebre aftosa a Europa y es fácilmente evitable con la importación de borregos de la península, que son, a la par, los mismos con los que festejan su pascua los musulmanes de otros puntos de España y otros países árabes? Parece impensable una respuesta afirmativa a esta pregunta, al igual que un pronunciamiento del PSOE, cuyo mutismo sobre este asunto, como siempre que le compromete algún asunto negativo, es revelador.
