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Columna Abierta

El destino del contenido de los contenedores amarillos de Melilla incluye la incineración.

Las dudas sobre el destino de los contenedores amarillos para los melillenses y especificamente para Guelaya ha existido desde hace años cuando se anunció que se pondrían en la ciudad, y aunque el anuncio es de octubre de 2015, no se ha materializado hasta este verano.

Guelaya-Ecologistas en Acción Melilla denunció la falta de garantías sobre el reciclaje y obtuvo como respuesta del consejero anterior una acusación de hacer daño al reciclaje en la ciudad. El responsable de que el reciclaje de envases en Melilla se mantuviera en el 0% desde 2015 a 2019 afirmaba que “Todo se recicla y no va a la incineradora”, según declaraciones a los medios locales el año pasado.
El ex-consejero concretó que en el momento en que estén instalados los contenedores amarillos, los residuos de envases plásticos ligeros irían a un centro en el que se compactarán los envases para llevarlos después a la península. Pero el centro en este momento no ha empezado ni siquiera a construirse dos años despues del anuncio.

Sin embargo, en la resolución que firmó el 20 de febrero de este año sobre la autorización a ECOEMBES se incluye tanto el reciclaje como la valorización (en Melilla quiere decir que va a la incineradora para quemar), dejando a ECOEMBES la libertad de elegir el destino final.

Los únicos objetivos que la autorización impone a ECOEMBES ni siquiera están en vigor, ya que se refieren a la ley española de 1997, ampliamente superada por la ley de residuos de 2011 y posteriormente por las decisiones comunitarias de 2018.

Así que la Ciudad establece actualmente objetivos de reciclaje que debían cumplirse en 2001 haciendo hoy posible que el 75% de los envases del contenedor amarillo se quemen en la incineradora, ya que lo que se haga con el contenido de los contenedores amarillos queda fuera del control de la Ciudad Autónoma.

Pero lo que más apunta a un escándalo es el hecho de que se incluya en la autorización un punto en el que se afirma que “La adhesión a Ecoembalajes España, S.A., permitirá a los agentes económicos eximirse de la obligación de crear un sistema de consigna retornable, cediendo su representación al Sistema y permitiéndole actuar en su nombre y asumir sus responsabilidades en el marco de la Ley de Envases y su normativa de desarrollo..”
Ni quieren reciclar la mayoría de los residuos ni permitirán otros sistemas más efectivos como el de retorno. Es decir, el negocio es redondo para las empresas que tienen que pagar por la gestión de los envases que producen, pues no se podrá obligarlos a poner en marcha en Melilla un sistema de retorno, y al mismo tiempo, se evita el gasto de llevar los residuos a la península.

Guelaya Ecologistas en Acción Melilla valora la resolución del consejero anterior como una tomadura de pelo, que además se ha ocultado para que no fuera conocida durante la campaña electoral, ya que anteriomente negó que se fueran a incinerar los residuos.

El acuerdo que se acaba de publicar en el BOME debe denunciarse por parte del actual equipo de Gobierno y volver a firmar un convenio en base a un nuevo acuerdo en donde se establezcan sin ningún tipo de dudas cuales son los objetivos de reciclaje que se imponen a ECOEMBES, sin eximir a los agentes económicos de establecer un sistema de retorno cuando la Ciudad establezca las reglas del juego para el mismo, lo antes posible.

Estamos ante una situación inmejorable de corregir el convenio y someterlo a los objetivos actualizados por las nuevas normativas europeas ya que la vigencia es de cinco años y tendremos que cumplir nuevos objetivos más ambviciosos antes de 2025. La consejería del nuevo Gobierno tiene que entender que se trata de una oportunidad única de entrar en el camino correcto. Estamos en el 0% de envases reciclados al año.

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