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“Nunca tiré un huevo contra la Delegación, porque va contra mis principios”

Carlos Benet, antiguo senador de Melilla, en su despacho

En esta entrevista, Carlos Benet, senador de Melilla por el PP durante seis legislaturas, partícipe del Estatuto de Autonomía y retirado del mundo político desde 2008, relata y opina sobre aquellos hechos. A sus 63 años, también comenta las personalidades más relevantes en su trayectoria profesional. – ¿Por qué se metió en política? – A parte de la vocación, fue el momento adecuado, la situación perfecta y las circunstancias de mi juventud. Viví la transición de la dictadura a la Democracia, la primera Constitución en diciembre de 1978. Además, mi motivación política fue clara: La ciudad tenía que ir hacia delante y España tenía que avanzar en todo el campo posible para el futuro. -Usted fue en ese momento el senador más joven, con 30 años ¿Fue una carambola su ingreso en el Senado? -No. Mi carrera política comienza con 22 años en la UCD y fui presidente de la Democracia Cristiana de la EDS; después formamos Coalición Popular en el año 85, presentándome a los comicios en el 86. Tras ese resultado ya se sabe que he estado como senador durante seis legislaturas. He de decir que el rango de senador vitalicio no existe en la ley, existe el del tratamiento de Excelentísimo o Senador por haber pasado las seis legislaturas, pero el cargo vitalicio en España no existe, solo el Rey y hasta que abdique. Me gusta aclarar esto, porque hubo uno que tuvo un cargo vitalicio y acabó en la cárcel y muerto, que es Pinochet y no me gustaría que me comparasen con alguien así. – Empezó muy joven, con 30 años como decimos, pero su retirada de la política también fue temprana, con 52 años. – Sí, estuve seis legislaturas en el Senado en la Cámara Alta. He sido presidente de la Comisión de Peticiones del Senado de España y creo que he participado en 1.720 votaciones de proyectos de Ley de España, en los que algunos he intervenido positivamente, entre ellos el Estatuto de Autonomía de Melilla. – En todo este tiempo, en los 22 años que ha estado en la política ¿Cuál ha sido el momento más emotivo que ha vivido? – Para mí, se puede decir que el momento más emotivo, a nivel personal porque siempre me ha agradado la monarquía por tradición y por muchas otras razones, fue la muerte de Juan de Borbón. El momento más emotivo fue su entierro, sin duda alguna. – ¿Y el peor? – Pues el peor fue el Golpe de Estado de Tejero. Pienso que será un hecho irrepetible en la historia de España. Ahí demostró el Rey una enorme entereza. Curiosamente, Tejero vivió aquí, en Melilla, porque los padres fueron maestros. Pero sí, ese momento fue el hecho más sorpresivo no solo para España, sino para la Comunidad Económica Europea y para el mundo en general, ya que no se sabía si aquellos que habían entrado allí con tricornios era toreros o guardias civiles. En el mundo exterior no se sabía cuál era el concepto de ese asalto al Congreso. – ¿Llegó a conocer a Tejero? – Lo he visto, pero no he llegado nunca a dar con él. Tampoco tengo recuerdos de su infancia aquí en Melilla. Sin embargo, de los padres sí me acuerdo de que era matrimonio muy mayor, porque vivían por aquí cerca. – Una de sus declaraciones más polémicas fue la de comparar el acceso al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero con el 11-M con la entrada de Tejero al Congreso. ¿Sigue manteniendo esa idea? – Fui más claro: dije que Manuel Pavía entró a caballo, Tejero con su pistola y el señor Zapatero gracias a un tren de cercanías. Que no quiere decir nada en absoluto eso, si no las circunstancias, porque a lo mejor él hubiera perdido las elecciones. Dios me libre de querer ofender a un presidente del Gobierno. Las palabras hay que tenerlas en su propio estado de ironía o simpatía, pero nunca de ofensa hacia un presidente del Gobierno. – Otro momento destacado también por la prensa del momento fue su procesamiento por una supuesta agresión a un Sargento Primero. ¿Qué puede contar acerca de aquello? – Ocurrió, no fue supuesta. Recuerdo que fue un 12 de octubre, fiesta para el Cuerpo de la Guardia Civil y que yo iba dirección a la casa de mi madre, por el año 89. El sargento Garrido Puga, de Caballería, que ya había sido expedientado y expulsado del ejército en aquel momento y que pasaba a ser parte de la reserva. Iba con mi hija la mayor, que tenía dos o tres años, y donde estaba la compañía de Transmediterránea no me dejaba entrar a mi casa; la niña se puso a llorar y fue entonces cuando lo retiré del lugar a la fuerza. Me montaron un lío por elecciones; se celebró el juicio y fui condenado y multado con 5.000 pesetas que pagué en monedas de pesetas de aquella época. Esto lo cuento como hecho anecdótico. Él (el sargento) no pudo asistir a declarar en persona de los hechos acontecidos, porque en ese momento estaba cumpliendo una condena de cuatro años en la cárcel por haber dado talones falsos. – Usted siempre ha tenido fama de duro, ¿Ha habido ocasiones en las que lo han intentado apartar y no han podido? – Pues por apartar sí, en el 2008 a causa de mi enfermedad y por un sujeto llamado Imbroda. Pero antes nunca, solo en ese año, tras mi tremenda intervención de corazón a vida o muerte. Hay momentos en la vida que hay que decidir y más en mi caso, tras 30 años en la vida pública y de carrera profesional, el marcharse o no. Lo decidí así, aunque hubo un avaricioso enorme, que es Imbroda y que lleva seis legislaturas también que se aprovechó de esas circunstancias, él se apunta a todo. Es algo inédito como un señor puede tener tantos cargos. – Usted ha conocido a personalidades relevantes para la historia de la ciudad y nacional, ¿Qué puede decir, por ejemplo, de Aomar Mohamedi Dudú? – Con Dudú he tenido bastante relación. La tenía anterior al movimiento aquel porque era compañero de Zapata y de otros en los estudios de carrera. Lo he visto en varias ocasiones, sé que vive en Marruecos y que estuvo de asesor del Ministerio, que cambió de bando dos o tres veces, porque tenía que echar para adelante. Las claves de esos cambios los tiene que saber él, del por qué ser español a pasar a ser marroquí. – ¿Y de otros personajes del otro bando político como Julio Basset? – Pues de Julio Basset puedo decir que ambas familias eran catalanas y hubo siempre un respeto inmenso, se puede decir que eso es característico de la política; así que uno de los mayores disgustos fue el fallecimiento de este señor. Desde aquí hago la propuesta a la Ciudad, de hacerle un homenaje al que fue senador y congresista. Con más motivo porque él fue el ponente del Estatuto de Autonomía en el Congreso de los Diputados y yo lo fui en el Senado. – Del líder del PP Jorge Hernández Mollar ¿Qué opina de él? – Fue un caballero de Melilla en la vida política, como senador y diputado, de nuestra ciudad. Tuvo una trayectoria política de 30 años, muy honorable. Asimismo, participó y luchó mucho, al igual que otros, por el Estatuto de Autonomía de Melilla, que el 13 de marzo se cumple los 25 años de la defensa de este Estatuto. Me he llevado maravillosamente bien. Además tengo una relación cordial con él. -¿Y del ex senador popular José Luis Pozas? – Era la bondad personificada. Estuvo conmigo una legislatura y era una maravillosa persona, que desgraciadamente falleció. Ese hombre era una pedazo de pan, era profesor pero él decía de si mismo que era maestro. – ¿Ha conocido a todos los presidentes de España en persona? -Sí, puedo decir que he conocido a todos los presidentes de España y que he conversado con todos ellos, excepto con este último (Pedro Sánchez) – De los dirigentes del PP, ¿ qué puede decir, por ejemplo, de Manuel Fraga? – Bueno, pues una vez hace muchos años decían que tenía una querida, ya que era viudo, y cuando se enteró lo vi con lágrimas, porque fue una persona muy fiel a su mujer, que había fallecido hacía 16 años antes, y él decía que la única querida que había tenido era España, aparte de su mujer. Eso me emocionó, porque hemos tenido los despachos cerca. – Sobre el ex presidente José María Aznar ¿ Qué puede decir de él? – Pienso que fue una persona muy seria, a la que respaldé. He tenido bastante relación con él y él estaba bastante informado por Jorge y por mí de la situación de Melilla. – Para usted ¿ Cuál ha sido el mejor presidente del Gobierno? -Para mí fue Felipe González, porque ha sido una persona que aglutinó a todo el centro izquierda y que le cabía España en la cabeza. Era del PSOE, sí, y soy del PP, pero el reconocer la verdad de las cosas es importante; porque Melilla cambió con él. Uno puede criticar en el debate político, pero también hay que saber valorar y reconocer los logros o hechos que se hacen. Se puede batallar, pero hay que tener sensatez sin colores.

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Luisa Maria Sanchez Ballesteros

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