Miles de melillenses disfrutaron de la majestuosa cabalgata de Reyes Magos formada por 13 carrozas, acompañadas por sus pasacalles y una batucada de Cañada Viva!. La principal novedad fue la presencia de una carroza por la igualdad de color violeta, tanto el vehículo como quienes lo ocupaban, y el lema “Un 2020 en Igualdad”, un motivo para la polémica que originó las críticas de la oposición, por volver a situar el asunto de la lucha contra la violencia de género con un evento festivo como el de ayer. Una vez más multitudinaria, en la que además del espectáculo visual y musical de los protagonistas, muchos de los asistentes pudieron disfrutar de alguno de los 3.000 kilos de caramelos que se repartieron. Hubo incluso bombones, unas 1.200 unidades, que degustaron los afortunados que pudieron hacerse con ellos. Los Reyes Magos fueron recibidos en el puerto Deportivo por las principales autoridades de la ciudad, donde llegaron a bordo de una embarcación. Allí les aguardaban cientos de niños con sus padres para darles la bienvenida. Posteriormente acudieron al Hospital Comarcal, donde llevaron la alegría a los niños allí ingresados.
El momento más esperado llegó a las siete en punto de la tarde. A esa hora en la Avenida de la Democracia se inició la cabalgata oficial de Reyes, que finalizó casi dos horas después. La Avenida de Juan Carlos I se convirtió posteriormente en una marea humana, en la que niños y mayores se apiñaban a lo largo del recorrido para estar más cerca de sus majestades.
En esta ocasión 13 carrozas conformaron la cabalgata, todas ellas con alegorías del mundo de la fantasía, confeccionadas en la ciudad. Una de ellas, por su novedad, sobresalió: la referida a la igualdad, totalmente de color violeta, con el lema “Un 2020 en Igualdad”.
En todas ellas participaban niños ataviados con disfraces, pertenecientes a distintas asociaciones de vecinos. Destacó, de forma especial, las carrozas de los Reyes, con Melchor, Gaspar y Baltasar, que fueron subidos en camellos, no reales, sino piezas hechas completamente a mano.
También contribuyeron a animar el ambiente sus pasacalles, entre ellas la de la melillense Cañada Viva!
Este año se repartieron 3.000 kilos de caramelos, aptos para celiacos, y 1.200 bombones. El recorrido contó con vallas de seguridad para evitar el acceso de transeúntes a la calzada.
A su entrada en la Plaza de España, la cabalgata llegó a su fin. Sus majestades se dirigieron entonces al Palacio de la Asamblea, donde fueron recibidos por el presidente de la Ciudad Autónoma, Eduardo de Castro. Seguidamente se asomaron al balcón del Ayuntamiento, desde el que saludaron a los cientos de ciudadanos que les esperaban en la calle.
Seguidamente, los reyes fueron conducidos al despacho del presidente de la Ciudad, quien les hizo entrega de un presente, en agradecimiento por su vuelta, un año más, a Melilla, una ciudad que los recibe siempre con los brazos abiertos. Antes de marcharse, los Reyes acudieron al Salón Dorado, donde también le esperaban un importante número de niños, hijos de funcionarios municipales.
