Los melillenses preparan desde ayer el encuentro que les enfrentará este próximo viernes al Liberbank Oviedo Baloncesto, un duelo que supondrá el último de la primera vuelta, pero también el primero en casa de 2020 y del flamante fichaje. La plantilla del Melilla Baloncesto regresaba ayer lunes a los entrenamientos, en las instalaciones municipales del Pabellón Javier Imbroda, con la mirada puesta en el encuentro que este próximo viernes le enfrentará en nuestra ciudad al Liberbank Oviedo Baloncesto y con el que se echará el cierre a la primera vuelta del campeonato.
La sesión, que tuvo un carácter táctico, sirvió para que el último fichaje, Romaric Belemene, conociera a sus nuevos compañeros y comenzara con su fase de adaptación. En este sentido, cabe recordar que el alero congoleño aterrizaba este pasado fin de semana en nuestra ciudad y, tras pasar el domingo el reconocimiento médico, en la mañana de ayer completaba su primer entrenamiento como azulón. Hay que reseñar que el resto de jugadores del primer equipo participaban también sin ningún tipo de problemas en esta primera sesión de la semana dirigida por Alejandro Alcoba.
Por la tarde, los integrantes del conjunto melillense estaban nuevamente citados para llevar a cabo el segundo turno del día, que consistió en un trabajo de fuerza en el gimnasio y, posteriormente ya sobre la pista, en ejercicios de técnica individual.
El resto del plan de trabajo de cara al duelo del viernes ante el cuadro ovetense será el siguiente: hoy martes y mañana miércoles la plantilla del Melilla Baloncesto volverá a repetir la doble sesión de trabajo en horario de mañana y tarde, mientras que el jueves solo hay programado un entrenamiento, que arrancará a partir de las 11’00 horas.
