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“Los bonos a los colectivos especiales seguirán existiendo, pero queremos analizar los casos de los doblemente bonificados”

Mohamed Mohamed Mohand atiende a MELILLA HOY

La reciente reestructuración del Gobierno ha supuesto un ascenso político para Mohamed Mohamed Mohand, que recibe a MELILLA HOY en su despacho como máximo responsable de Economía y Políticas Sociales.

– El BOME publicó días atrás una prórroga de las ayudas para viajar en barco y avión. ¿Es para un tiempo determinado o para todo 2020?
– Es una prórroga de los bonos para colectivos especiales hasta que sean aprobados los Presupuestos. Lo que no podíamos hacer era dejar a Melilla sin la bonificación especial que cubre la Ciudad Autónoma. La Intervención y el Patronato de Turismo consideraron que la opción más eficaz era prorrogar los bonos y, cuando haya Presupuestos para 2020, trabajar con base en el documento. Esperamos tener el presupuesto pronto.

– Entonces, ¿se va a mantener esta medida en 2020? ¿Con qué presupuesto?
– Pretendemos seguir con la bonificación de la Ciudad Autónoma. De hecho, hemos presupuestado 800.000 euros, pero queremos cambiar el modelo para evitar la molestia de que el ciudadano tenga que hacer fotocopias y acercarse al Palacio de Congresos para solicitar el bono y después ir a la agencia de viajes. Esto supone hacer cuatro o cinco trámites y queremos intentar ahorrarlos. La idea es que, en la era en la que estamos, desde el ordenador se pueda imprimir el bono o llevarlo directamente en el móvil, como las tarjetas de embarque, y presentarlo en la agencia de viajes o la compañía para comprar el billete.

– Uno de los puntos débiles para fomentar el turismo en Melilla es el alto precio del transporte para los visitantes. En la legislatura anterior, la Ciudad Autónoma empezó a bonificar el billete de los turistas. ¿Seguirán adelante con ello o tienen pensadas otras iniciativas para salvar este obstáculo?
– Nuestra intención es que los bonos de viaje centren la mirada no ya tanto en los colectivos especiales, que también, sino también en los no residentes. Igual que le vamos a pedir al Ministerio de Fomento que trabaje el tema de los precios, siempre pensando en los no residentes, queremos trabajar también desde la Ciudad con los bonos al transporte, porque el turismo, sin transporte, no va a ninguna parte. Tenemos hasta mayo para redactar un decreto de gestión de estos bonos para bonificar al no residente, además de trabajar junto al Ministerio para que al no residente le sea accesible venir a Melilla, pero tenemos que materializar cómo hacerlo.

– Pero entonces, ¿los colectivos especiales seguirían disfrutando de esos bonos o serían solo para los no residentes?
– Los bonos a los colectivos especiales van a seguir existiendo, pero queremos ver los casos de los doblemente bonificados. Por ejemplo, los usuarios del carné joven o del título de familia numerosa ya disfrutan de un descuento por esa condición en la compra de un billete de barco o avión. A lo mejor bonificar doblemente sí que lo podremos pensar para ahorrar ese dinero y destinarlo a los no residentes, porque creo que con el descuento que ya tienen es innecesaria la doble bonificación que lleva a cabo la Ciudad Autónoma.

– ¿Nos puede ofrecer algún avance de los Presupuestos de su área?
– No están cerrados, aunque hace unos días se aprobaron los presupuestos del Patronato de Turismo, el Consejo Rector le ha dado el visto bueno sin ningún voto en contra. Son 2,1 millones, a los que se suman los 800.000 euros para los bonos. Los servicios sociales tienen 14 millones de euros, principalmente para las prestaciones sociales, además de la financiación de centros como el Gámez Morón, el convenio con el Centro Asistencial Gota de Leche, San Francisco de Asís, etc. Salud Pública es una continuidad, ya que el presupuesto, fundamentalmente, es para las vacunas. Cuando se me nombró consejero de este área me parecía muy interesante mezclar la política económica con la política social, y el instrumento que yo considero que debemos trabajar, y los presupuestos van por ahí más o menos enfocados, es vincular el IMI, que es un instrumento de política social, con la política económica, digamos política de formación y políticas laborales.

– El contrato marítimo está en licitación con un contrato puente. Se trata de un servicio esencial para los ciudadanos. ¿Qué espera del concurso?
– Es un buen contrato, cubre las líneas de Málaga y Almería y ahora se está conversando el tema de Motril. Hay que estar tranquilos y ver cómo puede salir adelante, pero las principales conexiones marítimas de esta ciudad siempre han sido y van a seguir siendo Málaga y Almería, por lo menos en un próximo horizonte. El contrato tiene cosas muy interesantes y no pocas mejoras. Aunque siempre podría ser mejor, hay cuestiones del contrato marítimo que lo hacen bueno, como por ejemplo, que esta vez no sale por 0 euros, sino por tres millones de euros, lo que nos va impulsar a una mayor competencia. Estoy completamente seguro de que Balearia va a pelear por ese contrato marítimo y que Armas Trasmediterránea también. Vamos a ir a una competencia que siempre es sana, y vamos a ir a un buen contrato marítimo, que presentaré después de la Cumbre de Transportes.

– De nuevo ha habido polémica por el hecho de que no se haya incluido la línea de Motril, algo que el PSOE siempre ha defendido en la oposición y que no ha llevado a cabo en el Gobierno. ¿A qué se debe?
– La legislación no es amable para introducir Motril rápidamente. Me consta que se está trabajando profundamente en buscar cuál es la vía legal para introducir Motril dentro del contrato marítimo. Que Motril esté bajo el paraguas de una Obligación de Servicio Público sería maravilloso, el PSOE estuvo en esa posición y hoy el Gobierno de la Ciudad, en lo que le corresponde al PSOE, también está en esa línea. Pero hay una cosa evidente, y es que la mayor protección de las líneas marítimas la deben tener Málaga y Almería, y una vez conseguidas, protegidas y trabajado un buen contrato para ambas líneas, empezar a trabajar en Motril, algo que ya se está haciendo. Las instituciones están ahora en la búsqueda de esa vía legal que nos permita ponerle el paraguas de la administración a la línea con Motril.

– El hecho de que ahora se vaya a sacar un contrato puente se debe a que el Ministerio está estudiando una “reforma estructural” del transporte marítimo, dijo su antecesor. ¿Eso puede suponer el fin del contrato público en las líneas de Melilla, o de qué manera nos va a afectar?
– La línea de Melilla-Motril está en régimen de libertad de mercado y el objetivo final es regularla, por lo que no creo que la aventura sea dejar la línea de Málaga al libre mercado porque al final puede generar distorsiones importantes y estamos hablando de un servicio público, de una cuestión de derechos de los ciudadanos de Melilla, que es la movilidad por todo el territorio nacional, que no es cosa menor. El contrato puente se debe sobre todo a que no daba tiempo a mejorar mucho el contrato porque se nos acababa el tiempo de vigencia del actual. Vamos a trabajar en un nuevo contrato marítimo y, posteriormente, la Marina Mercante, el Ministerio, las consejerías y las demás instituciones se pronunciarán.

– Acaba de terminar el año 2019. ¿Cómo ha ido en el turismo y cómo afronta 2020?
– Aún no tenemos datos de 2019, pero Melilla vive un buen momento en el tema de las comunicaciones, que son fundamentales para que haya turismo. Melilla tiene más conexiones que nunca, lo único que falta es adecuar esa movilidad a unos precios asequibles para el no residente. El año 2020 entra dentro de este gran plan de mezclar el empleo con las políticas sociales y las oportunidades de Melilla. Queremos coger el turismo y ver qué potenciales tiene, como el turismo de congresos, los cruceros y también el turismo de los yates. Otro punto fundamental en el que he insistido es el de “Melilla ciudad encrucijada”, aprovechando su ubicación espléndida, entre dos países, entre dos continentes, entre dos mundos, donde conviven culturas y religiones. Con esos potenciales que tiene el turismo melillense, y siempre aparejado a una política de transporte y de precio asequible para los no residentes, para que nuestros precios compitan con otras provincias españolas. Para eso tenemos distintas fases, primero que el turista diga que quiere venir a Melilla, y para ello la ciudad se tiene que vender. Y cuando decida que quiera venir, demostrarle que esta ciudad es amigable, que invita al turismo, que tiene mucho que aportar al turista. Esa fase ya la tenemos, nos faltan las dos primeras: el quiero ir a Melilla y el puedo ir a Melilla.

“Nuestro puerto se puede hacer más interesante ante el Brexit”

– El anterior Gobierno empezó a apostar por el turismo de cruceros. ¿Va a seguir el actual por esa senda?
– Sí, esto requiere un trabajo compartido con Puertos del Estado y con la Autoridad Portuaria de Melilla. Melilla tiene una ventaja importante, que es nuestro sistema impositivo. Baleares ha cobrado mucha importancia en el sector de los cruceros, que muchas veces pasan al Atlántico para empezar otra temporada allí. En ese paso al Atlántico, hay dos puertos que tienen ventaja sobre los demás que son Melilla y Gibraltar Gibraltar va a vivir un momento tenso y conflictivo a nivel político con el Brexit. Ante ello, el puerto de Melilla se puede hacer más interesante todavía.

“Los mejores presupuestos sociales son los que tienen 0 euros para prestaciones sociales”

– Una de las competencias de su Consejería es el apoyo a la incentivación de empleo. ¿Cómo piensa afrontar el Ejecutivo un paro endémico como el que tiene Melilla?
– Es el principal problema de la ciudad, y el paro es el que acarrea prácticamente todos los demás problemas que sufre la ciudad. El empleo tiene toda la relación del mundo con una política económica y es una cuestión sumamente transversal que afecta a prácticamente todas las áreas de la Ciudad Autónoma. Melilla tiene 9.000 desempleados de forma estructural, y el desempleo estructural se reduce haciendo política económica. Si yo incentivo la economía con algunas de las oportunidades que ofrece Melilla, como el desarrollo del comercio online, la relación importación y exportación, el turismo o la transformación ecológica, el empleo se genera solo. Yo creo que aquí no ha habido un plan económico en la vida.

– También su consejería se encarga de llevar las políticas sociales. El anterior Ejecutivo presumía presupuestos eminentemente sociales. Ahora que está en esta consejería, no sé si comparte esa visión.
– Esta es una opinión mía: los mejores presupuestos sociales son aquellos cuya partida para prestaciones sociales es cero euros, porque significa que la política social se ha hecho en política económica y en política de empleo. A mí me encantaría que la Dirección General de Servicios Sociales, hablando de la lucha contra la pobreza, fuera cero euros, porque significaría que no habría pobreza, y la única forma de luchar contra la pobreza es la generación y desarrollo económico y una caída del desempleo. Mientras haya desempleo va a haber pobreza, vamos a seguir en una situación insostenible y la Dirección General de Servicios Sociales va a tener que seguir siendo una de las mayores de la Ciudad.

“El trabajo con Moncloa será muy cómodo porque es un Gobierno bajo el paraguas del PSOE, sean los ministros de un partido u otro”

– Los servicios sociales en el Gobierno de coalición recién constituido en España han recaído en Podemos. ¿Esto puede suponer algún cambio respecto a la Ciudad Autónoma?
– Esta consejería tiene bastantes ministerios de referencia y ya he hablado con varios ministros en la llamada de cortesía para darles la enhorabuena. Tenemos el ministro de Sanidad, de Consumo, el de Servicios Sociales y Agenda 2030, Transportes y Movilidad, Turismo, Economía… La mayoría están bajo el paraguas del PSOE, y otros, como el de Consumo y Políticas Sociales están bajo un paraguas de un Gobierno presidido por un socialista, Pedro Sánchez. Es el primer Gobierno de coalición progresista desde hace muchos años, y el trabajo va a ser muy cómodo porque al final serán de un partido o de otro, pero hablamos de un Gobierno bajo el paraguas del PSOE. De todos modos, hablar de políticas sociales con Unidas Podemos no es ningún problema porque tienen una mentalidad muy abierta en ese sentido, es un partido progresista que entiende la importancia de las políticas sociales, que están transferidas, pero habrá que hablar mucho, sobre todo de regulación, donde Melilla tiene que estar muy atenta porque depende de la legislación nacional. Pero no tengo ninguna duda de que el trabajo va a ser bueno tanto con Pablo Iglesias y Alberto Garzón. Con los ministros socialistas lo doy por hecho porque están bajo un paraguas de un Gobierno de PSOE y de Unidas Podemos. La máxima del Gobierno de Melilla es trabajar por y para los melillenses y si para eso tiene que conversar con quien sea, lo va a hacer. Si el Gobierno fuera del PP, exactamente igual, porque nuestra máxima es trabajar por los melillenses.

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Redacción

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