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Es necesaria una normativa

La normativa que ahora se está elaborando y que se va a empezar a aplicar de forma provisional en cuestión de días se ha convertido en una urgente necesidad para que todos sepamos las reglas del juego y se pueda sancionar a quien incumple, en lugar de demonizar a todo un colectivo, que es cada vez más numeroso y que contribuye, no lo olvidemos, a extender una movilidad urbana sostenible que también es necesaria y hay que potenciar cada vez más en una Melilla demasiado invadida por los coches Los patinetes eléctricos tardaron en llegar a Melilla. Cuando en el resto de España estos vehículos de movilidad personal estaban prácticamente en cada esquina y se abrió el debate sobre la necesidad de regular su circulación por los “conflictos” que estaba provocando su irrupción en las vías públicas y los problemas del vacío legal que se estaba dando, en la ciudad aún no había prácticamente ninguno. No fue hasta hace alrededor de un año cuando empezamos a verlos de forma más asidua en nuestras calles, donde también ha originado algunos problemas el mal uso por parte de algunos. Sobre todo menores y jóvenes que lo usan con poca cabeza y apego a las normas de circulación, tomándoselo como un juego cuando, en realidad, se trata de un vehículo que debe convivir con el resto de usuarios de la vía pública y cuyo mal uso puede poner en riesgo incluso vidas.
Está claro que desde hace tiempo era necesario regular el uso del patinete eléctrico en Melilla, una tarea en la que la anterior Corporación tendría que haber sido más previsora y, aunque no hubiera demasiados patinetes circulando en la ciudad, debería haberse anticipado a esa realidad que sabía que iba a llegar, máxime cuando incluyó los patinetes entre los subvencionables en el programa de ayudas para la compra de bicicletas y vehículos eléctricos. La Ciudad Autónoma recibió cerca de 200 solicitudes de ayudas de compradores de patinetes, más de un tercio de todas las que se registraron en el exitoso programa que, por cierto, aún está sin resolver después de casi un año, por una inexplicable tardanza del actual Gobierno, que se lo toma casi todo con demasiada calma.
Con ese programa de ayudas, llegó el auge del patinete en Melilla. Por eso, la normativa que ahora se está elaborando y que se va a empezar a aplicar de forma provisional en cuestión de días se ha convertido en una urgente necesidad para que todos sepamos las reglas del juego y se pueda sancionar a quien incumple, en lugar de demonizar a todo un colectivo, que es cada vez más numeroso y que contribuye, no lo olvidemos, a extender una movilidad urbana sostenible que también es necesaria y hay que potenciar cada vez más en una Melilla demasiado invadida por los coches. También sería importante, de paso, hacer respetar el carril bici que, aunque escaso en la ciudad, es cada vez más invadido por peatones y otros vehículos, como se puede ver en la foto que ilustra este Editorial.

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