La Guardia Civil ha detenido en Melilla a un marroquí de 45 años de edad, con tarjeta de residencia comunitaria y residencia en Alcudia (Islas Baleares), cuando pretendía embarcar en el ferry de Almería con 65 paquetes que pesaban más de 40 kilogramos de hachís en dobles fondos del vehículo que conducía. Según ha informado este viernes la Comandancia de Melilla, la intervención ha sido desarrollada en el Puerto melillense por el Instituto Armado en sus funciones de Resguardo Fiscal, bajo la dependencia funcional de la Agencia Tributaria en los recintos aduaneros, durante las inspecciones fiscales y registros sobre los vehículos que se encontraban en el preembarque del buque 'Ciudad de Granada' que partía con destino a Almería. El Equipo de Registro de la Sección del Muelle procedió al registro selectivo de un vehículo tipo turismo, marca Seat León, de color gris y placas nacionales, ocupado tan solo por su conductor, sobre el que realizaron una primera inspección rutinaria del vehículo y apreciaron un detalle de interés policial que conllevó a un segundo en profundidad en la zona del maletero del vehículo.
Realizado ese segundo reconocimiento en profundidad, el portavoz ha subrayado que se llegó a un doble fondo realizado en el interior de la zona del maletero.
Una vez extraídos los paquetes, los agentes contabilizaron un total de 65, que contenían una sustancia de color marrón que resultó ser polen de hachís, que disponían de una alta concentración del principio activo de ese tipo de drogas procedentes del cannabis. El total de la droga localizada e intervenida arrojó un peso de más de 40.500 gramos.
El conductor y único ocupante del delito es un varón de 45 años de edad, de nacionalidad marroquí, que cuenta con tarjeta de residencia comunitaria y residencia en Alcudia (Islas Baleares). El arrestado ha sido puesto a disposición judicial como supuesto autor de un delito contra la salud pública junto a la droga intervenida y el vehículo utilizado en la comisión del ilícito penal.El portavoz de la Comandancia ha destacado por último que, con esta actuación, la Benemérita evita la distribución y comercialización en el mercado ilícito de unas 174.000 dosis de este tipo de estupefaciente.
Escondite con mando a distancia
Los guardias civiles actuantes localizaron de forma oculta en el coche un dispositivo electrónico que permitía el acceso a la apertura del mismo y extracción de la droga, una vez quitada la placa de matrícula. El sistema se activaba por medio de un mando a distancia localizado bajo el asiento trasero que al apretarlo abatía una tapadera, en cuyo interior se llega a los paquetes de droga, de diferentes formas y colores y envueltos en cintas de embalar.
