Con las declaraciones del director general de aduanas marroquíes, Melilla ha entrado en una situación preocupante. La prepotencia y el maniqueísmo de este señor es para tomárselo muy seriamente. Sabe que Melilla con las decisiones que está tomando “Melilla puede sufrir en su economía”. “Melilla y Ceuta no son fronteras por tratarse de ciudades que Marruecos no reconoce como españolas”.
Este es el objetivo último: el anexionismo irredento de Marruecos. Lo demás son actos de hostilidad para conseguir este objetivo. Unos buenos vecinos no amenazan al otro diciéndole que su casa es de él y que la va a cerrar las ventanas para que no respire. Si un vecino no quiere llevarse bien con el otro no puede quedarse quieto.
Dice que el comercio “atípico”, para él contrabando, éste ha existido porque “durante décadas hubo cierta tolerancia, incluso laxismo por parte de Marruecos”. Le recuerdo que en Melilla dicha mercancía no ha sido ilegal y su entrada en Marruecos la considera contrabando, es porque los funcionarios marroquíes de aduanas lo han consentido por múltiples beneficios personales, de esto no dice nada.
También decirle a este ínclito señor que su jugada de poner la aduana comercial en el puerto, no está teniendo los resultados que esperaba. Los propios marroquís se están quejando que los productos alimenticios de primera necesidad no son suficientes los que entran por el puerto marroquí. Porque las grandes compañías de transporte exigen un aval y no se fían mucho del sistema económico marroquí. Donde el poder económico-financiero depende en su inmensa mayoría de la monarquía alauita, que controla todas las empresas importantes de Marruecos.
Sus opiniones sobre los productos (salud, alimenticios..) que entran en Marruecos tienen fechas manipuladas, que el pescado que entra en Ceuta es para comercializarlo y que no se respetan las reglas fitosanitarias. Estos son fuegos artificiales para desviar la atención de objetivo anexionista. Además se permite decirnos lo que tenemos que hacer: industrializarnos para que se beneficie Marruecos (y después eliminar con el tiempo) y convertirnos en una ciudad turística donde “los marroquíes puedan entrar y salir” y si no salen mejor , que es lo que tiene en su cabeza. El caballo de Troya.
Estas sugerentes amenazas a la tranquilidad de los ciudadanos que vivimos en Melilla, habría que dar una respuesta contundente. Nuestra amistad con Marruecos no puede ser hacer siempre lo que ellos proponen para conseguir su fin último. No puede ser siempre como titulaba Lidia Falcón en su artículo en el diario Público: “Marruecos manda, España obedece”.
Ante los tiempos difíciles que se nos avecinan habría que empezar a tomar decisiones para mitigar el impacto en nuestra ciudad.
Decisiones o medidas
1.- El Gobierno de España tiene que dar una respuesta en defensa de la españolidad y los intereses de Melilla.
2.- Formar un Gobierno local de concentración (PP. CPM,PSOE) cuyo programa sea Melilla, éste debería estar presidido por el PSOE, por razones obvias. Hay que ser generosos en estos momentos.
3.- Constituir un órgano que analice la situación de abastecimiento con los diferentes empresarios y grandes superficies, para estar preparados ante el anuncio de Marruecos que no van a entrar en Melilla productos frescos.
4.- Destinar los planes de empleo a formar mano de obra melillense para ir sustituyendo nuestros parados por los transfronterizos.
5- Devolver los menores marroquíes a la frontera para su reagrupación familiar.
6- Dotar a la frontera de instrumentos y sobre todo de personal para hacer un control más riguroso de nuestros vecinos. Y los vecinos de Melilla podrían dejar de comprar en Marruecos y favorecer el comercio de nuestra Ciudad.
7- Retirar el permiso de residencia a todos los funcionarios marroquíes que viven en Melilla.
8.- En las conversaciones de España con Marruecos debería haber, al menos, una o dos personas cualificadas como Adolfo Hernández Lafuente o José Manuel García Margallo., que representen los interés de Melilla y Ceuta.
9.- El PSOE y el Gobierno podrían un poner en la Delegación del Gobierno una persona más cualificada, políticamente, para estos tiempos de tribulaciones. Como por ejemplo Antonio Hernando Vera o Eduardo Madina Muñoz, siempre que Pedro Sánchez sea generoso con los perdedores.
Y es fundamental activar la Transitoria 5ª de la Constitución para constituirnos en una auténtica autonomía con nuestra idiosincrasia. Marruecos nunca ha querido que Melilla tenga un verdadero Estatuto de Autonomía.
Y así poder organizar y decidir nuestro futuro, el día 13 de marzo no tenemos nada que celebrar, sí reivindicar una estabilidad española con garantías de bienestar. MELILLA.LEVANTATE.
