En época de crisis, las obras de caridad tienen aún más valor. Así la Comisión Islámica de Melilla ha ofrecido sus instalaciones religiosas para acoger a los marroquíes atrapados en nuestra ciudad tras el cierre de la frontera por Marruecos desde el pasado 13 de marzo y la decisión de las autoridades del reino alauí de denegar la entrada en su país a toda persona, incluida sus nacionales. Del grupo que protesta en la frontera, hay 36 personas que han aceptado pasar el confinamiento del estado de alarma en la Mezquita del Cementerio Musulmán y otras familias completas ser acogidas en hogares de melillenses que han ofrecido sus casas. A través de voluntarios de la CIM y obras de caridad de distintas personas, no solo musulmanas, sino también de otras religiones, que han querido colaborar, se les está ofreciendo la alimentación necesaria, ropa y mantas para sobrellevar este periodo en el que, salvo por fuerza mayor, no está permitido salir a la calle por la crisis sanitaria del coronavirus.
Viajeros del barco de Melilla en Málaga
Por su parte, otro grupo de personas, tanto melillense pero también marroquíes y de otras nacionalidades, han pasado su tercera noche en la Estación Marítima de Málaga, al no haber obtenido aún la autorización para regresar a Melilla tras el cierre de las conexiones marítimas de regreso a la ciudad. La Delegación del Gobierno estudia caso a caso y da permisos por prioridad.
