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La Guardia Civil detiene a dos jóvenes por introducir droga lanzada desde Marruecos a través de la valla

Es la primera vez que la Guardia Civil obtiene imágenes de este tipo

La Guardia Civil ha detenido a dos individuos por introducir droga en Melilla lanzada a través del vallado fronterizo desde Marruecos, un nuevo modus operandi de las redes del narcotráfico tras el cierre de las fronteras terrestres decretado por el país vecino el 13 de marzo como consecuencia de la alerta sanitaria del coronavirus.

En una nota de prensa, la Comandancia de la Guardia Civil de Melilla ha informado de que estas detenciones son fruto del dispositivo que ha llevado a cabo el instituto armado, que había constatado en pocos días cómo los narcotraficantes estaban intentando introducir la droga en Melilla, lanzándola desde territorio marroquí por lo alto del vallado fronterizo.

El modus operandi
Una investigación de la Guardia Civil ha permitido detectar los movimientos de estas mafias a lo largo del perímetro fronterizo que separa Marruecos de Melilla. Allí se dedican a lanzar paquetes adaptados como si fueran un martillo de atletismo para sortear la alambrada y hacer llegar la droga volando hasta la ciudad. Todo ello, de una manera perfectamente coordinada, mediante llamadas telefónicas y aprovechando con sigilo no solo la oscuridad de la noche, sino también los matorrales y arboleda que abundan en varios puntos de la valla, algunos muy cercanos a la Cañada de Hidum.
En concreto, tal y como ha podido constatar la Guardia Civil en su investigación, varios miembros de estas redes, habitualmente situados en los puestos más bajos del escalafón, acuerdan una hora y un punto del perímetro fronterizo para hacer estas entregas de la droga. Cuando ya están preparados, ocultos entre la maleza, se llaman por teléfono en el momento previo al lanzamiento desde Marruecos y, en cuestión de segundos, quienes deben recoger la droga en la parte de Melilla salen de sus escondites para ir a por los paquetes y salir huyendo del lugar.
Fuentes policiales han informado a este Diario de que es la primera vez que se obtienen imágenes de este tipo, en las que se pueden observar los movimientos de los narcotraficantes, que han sido difundidas por la Guardia Civil y obtenidas en las inmediaciones del paso fronterizo de Mariguari.
Desde que a finales de marzo se constató esta nueva forma de pasar la droga de Marruecos a Melilla, la Guardia Civil desplegó un dispositivo en el que ha podido detectar un perfeccionamiento del modus operandi por parte de las mafias para intentar burlar la vigilancia. Por ejemplo, los narcotraficantes tienen medidos los tiempos de patrullaje en el perímetro para lanzar la droga aprovechando justo los segundos en los que pasan los agentes. Además, ahora fabrican los paquetes de droga con una especie de cable o asa para que, a la hora de lanzarlos, cojan el impulso necesario para sortear los 6 metros de altura de las vallas y la distancia necesaria para que llegue a Melilla y no se quede en ninguna zona intermedia.
También aprovechan la zona del paso fronterizo de Mariguari, el más pequeño de los cuatro que hay entre Melilla y Marruecos, para hacer estos lanzamientos, ya que es uno de los puntos del perímetro donde mejor se pueden esconder y darse a la huida, dada la cercanía con la Cañada de Hidum, donde operan algunas de estas organizaciones dedicadas al tráfico de drogas.

Detenidos
La Guardia Civil pudo detener a dos de los receptores de la droga, dos varones jóvenes, considerados peones del narcotráfico, que en el momento del arresto llevaban tres paquetes recién recogidos. Se les considera presuntos autores de hasta ocho delitos diferentes, entre ellos tráfico de drogas, contrabando y pertenencia a grupo criminal organizado, además del incumplimiento del deber de confinamiento decretado por el estado de alarma.
La investigación realizada ha permitido identificar a otros miembros del grupo tanto en el territorio español como en el marroquí, e intervenir unos 10 kilogramos de estupefacientes.

Intervenidos diez kilos de droga

La droga que introducían en la ciudad, destinada a la venta al menudeo, es hachís en sus distintas variantes, como “kiffi”, “cigarrillos de kiffi” y “Taba”, un tipo de picadura de tabaco, mezclada con plantas no identificadas, que se consume masticándola y sus efectos que pueden ser adversos y nocivos para la salud), además de otras de la misma naturaleza.

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Redacción

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