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La Escuela de Adultos continúa con su programación y adapta sus clases y exámenes a la vía telemática

El Centro de Educación de Personas Adultas de Melilla (CEPA) en el Mercado Central

Como el resto de centros educativos, el Centro de Educación de Personas Adultas de Melilla (CEPA) Carmen Conde Abellán continúa con su programación y ha adaptado sus clases y exámenes a la vía telemática. La directora, Amalia Sánchez, destacó que el mayor problema fue la brecha digital entre el alumnado ya que no todos contaban con aparatos digitales para conectarse a Internet, pero como todos tenían un teléfono móvil, buscaron herramientas para que pudieran seguir con su formación. Actualmente, el 80% de los estudiantes sigue adelante con su actividad, aunque hay algunos que no han podido continuar debido a la conciliación familiar, por ello, el centro les reservará su plaza para el año que viene. La directora del CEPA Carmen Conde Abellán, Amalia Sánchez, explicó ayer a este Diario que el centro sigue en marcha, adaptándose a las circunstancias por el COVID-19, buscando herramientas para conectarse y flexibilizado los horarios para las clases y tutorías.

Detalló que para Secundaria los profesores están utilizando una plataforma de seguimiento online que es apta para los móviles llamada Classroom y en Semana Santa pidieron una licencia a Google como centro para que fuese una plataforma segura y que cumpliese todas las normas de protección de datos.

A través de ella, los alumnos de Secundaria siguen con sus clases porque se pueden colgar actividades, materiales y tareas, los alumnos las suben y se corrigen individualmente. “Es un trabajo arduo, tenemos que echar muchas horas porque no es lo mismo que en las clases presenciales”, dijo.

Además, cree que para los alumnos también es difícil que puedan seguir las clases a través del móvil, pero ahora en la fase 1, algunos están saliendo e imprimiendo sus deberes.

En cuanto a los niveles inferiores, indicó que no tienen un manejo digital para poder usar la plataforma y al ser clases reducidas, están realizando llamadas telefónicas al alumnado.
“En una población que tenía problemas de conectividad, logramos contactar con el 80% del alumnado que nos dijo que querían seguir”, sostuvo.

Sánchez destacó que han surgido otros problemas como la conciliación familiar que ha llevado a algunos alumnos a decir que no pueden seguir ya que “no es lo mismo los que vienen a clase y dejan a sus hijos en los colegios que estar en casa con ellos, personas mayores que cuidan y mandándoles tareas”.

También, ha influido el Ramadán porque hay alumnos que les han comunicado a los profesores que han cambiado su rutina y la de sus familias debido a que antes se dedicaban a las clases y ahora no pueden. La directora cree que es “muy importante” que se respete las tradiciones y que es una causa justificada para guardar la plaza para el año que viene.

Como se trata de un asunto extraordinario, el CEPA Carmen Conde ha decidido reservar la plaza de septiembre a ese alumnado que no tiene más remedio y que no puede seguir con sus enseñanzas por su situación familiar. Jefatura de estudios está haciendo un listado para ponerse en contacto con ellos en septiembre y que puedan retomar sus estudios sin tener que acudir al centro para evitar aglomeraciones.

Aunque hay alumnos que se han descolgado de los estudios en estas circunstancias, la directora aseguró que hay otro grupo que está siguiendo adelante y habrá unos “resultados similares” a los de otros años.

Se suspenden los exámenes presenciales
En cuanto a los exámenes, dejó claro que de forma presencial quedan totalmente suspendidos y al tratarse de una evaluación continúa lo que hacen en Secundaria es mandar tareas a los alumnos para que se la corrijan los profesores y puedan hacer un seguimiento de cada uno de ellos. Además, se están llevando a cabo cuestionaros online con un límite de tiempo para evaluarles.

También, se está dando clase a través de videoconferencias con una aplicación donde los alumnos se conectan con la cámara y pueden ver lo que se comparte y escuchan a los profesores como si estuvieran de forma presencial. La directora apuntó que incluso hay profesores que han comprado tabletas interactivas y que a los estudiantes les vaya saliendo en su móvil como si el docente estuviese escribiendo en la pizarra.
“No estábamos preparados para esto, cada profesor ha invertido en micrófonos, auriculares, cámaras, tabletas, todo tipo de material para seguir en contacto con los alumnos”, concluyó.

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Lorena Japon

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