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La Ciudad culpa a la “improvisación” del Ministerio de Sanidad que las playas no estén preparadas

La Consejería de Medio Ambiente y Sostenibilidad confía en que las playas estén preparadas “en los próximos tres o cuatro días”
(Autor: Merche Melilla)

La Ciudad Autónoma de Melilla culpó ayer a la “improvisación” del Ministerio de Sanidad a la hora de dictaminar las normas sobre el uso de las playas durante el plan de desescalada el hecho de que el litoral melillense no esté preparado para su uso óptimo en la entrada de la ciudad en la fase 2.

En rueda de prensa, el consejero de Medio Ambiente y Sostenibilidad, Hassan Mohatar, respondió así a las críticas que ha recibido el Gobierno regional por parte del PP, según el cual las playas no podrían estar listas para el disfrute de los ciudadanos desde el inicio de la fase 2 por no haber presentado antes el Plan de Playas.
Mohatar desmintió la versión del PP al asegurar que el Plan de Playas 2020 no es un documento “potestativo” ni determinante o fundamental para que las playas se abran o no, si bien admitió que se suele presentar sobre el mes de marzo o abril para que sea aprobado por la Delegación del Gobierno, y este año aún no ha sido entregado.
Según explicó, si no se ha presentado aún es “porque ha habido una improvisación por parte del Ministerio”, ya que los técnicos de Fomento de la Delegación del Gobierno en Melilla instaron a la Consejería de Medio Ambiente a no presentar el Plan de Playas hasta que no se tuviera claro qué medidas se iban a exigir por parte del Gobierno para el uso de las playas en la crisis sanitaria.
Mohatar subrayó que la publicación de las medidas no sucedió hasta el sábado por la tarde en el BOE, y el domingo hubo otra para incluir a Melilla como unidad territorial que entra en la fase 2, lo que ha imposibilitado presentar antes el Plan de Playas 2020 recogiendo las modificaciones establecidas por el Ministerio de Sanidad.

“Bajo su responsabilidad”
En cualquier caso, insistió en dejar claro que tener o no el Plan de Playas preparado no es decisivo para que los melillenses puedan empezar a utilizarlas y, de hecho, aseguró que ninguno sería sancionado por bañarse o tomar el sol con el inicio de la fase 2.
No obstante, el consejero dejó claro que los ciudadanos que acudan a las playas para su disfrute lo harán “bajo su responsabilidad” porque todavía no están habilitados los servicios que la Ciudad Autónoma pone en marcha todos los años mediante la adjudicación de tres contratos, como el de socorrismo, que ha tenido que ser adjudicado con “un contrato de emergencia” durante “el tiempo que sea necesario” y la instalación de sombrillas, hamacas y duchas.
Por ello, apeló a “la cordura y la sensatez” de la ciudadanía y le instó a esperar unos días a que las playas estén acondicionadas “al 100%” por Medio Ambiente con esos servicios, algo que confía en que pueda ocurrir “en los próximos tres o cuatro días”.
También quiso aprovechar el consejero su comparecencia para aclarar el “malentendido” con la Delegación del Gobierno, afirmando que “en ningún momento le hemos achacado la responsabilidad de abrir y cerrar las playas”, puesto que “cualquier persona puede utilizarlas bajo su responsabilidad si no están acondicionadas por la Ciudad Autónoma”.

“Maldad del PP”
Respecto a las críticas del PP, Mohatar acusó a este partido de “maldad fuera de lo común” o “un desconocimiento brutal del funcionamiento de la administración”. Negó también que haya recortes en los contratos de playas.

El aforo de las playas podría estar limitado a unas 4.000 o 5.000 personas, supervisado por controladores

Según avanzó Mohatar, la intención de la Ciudad Autónoma es reforzar todos los servicios, de manera que haya una “limpieza continua” de elementos comunes, como duchas, lavapiés y aseos, que serán desinfectados cada hora, si bien en este punto Mohatar también incidió en su llamamiento al civismo y la colaboración de los usuarios, dada la “situación excepcional” y la alerta sanitaria por la pandemia. Por ello, les pidió que mantengan limpias las playas y no tiren a la arena guantes ni mascarillas, y también que respeten la medida de separación de dos metros, algo que va a estar determinado por las sombrillas que instala la Ciudad Autónoma, que a su vez fijarán el aforo permitido, calculando que en cada una haya unas cuatro personas.
Por ello, Mohatar calcula que el aforo de las playas podría estar limitado a unas 4.000 o 5.000 personas, cuestión que podría estar supervisada por una serie de controladores que la Ciudad Autónoma va a intentar contratar, así como por los socorristas, a los que se dotará de un servicio de megafonía para ir recordando periódicamente las normas de seguridad e higiene.
“No vamos a ir con un metro midiendo a ver si se cumple o no la distancia. Hay que apelar a la responsabilidad de las personas porque no tendríamos personal ni tiempo material suficiente para controlar, ni es una función de policía continua”, explicó el consejero, que dijo que todas estas medidas también se van a informar mediante cartelería.
Otras de las novedades que incorporarán las playas melillenses es que la instalación de las sombrillas se va a retranquear y en las pasarelas de acceso a las playas, se va a intentar hacer un carril de ida y otro de vuelta para evitar que la gente se cruce en la circulación.

Horario nocturno para la pesca, alternativa que Mohatar ofrecerá a la Federación

El consejero de Medio Ambiente y Sostenibilidad, Hassan Mohatar, avanzó ayer su intención de reunirse con los responsables de la Federación de Pesca, la asociación ecologista Guelaya, el Seprona de la Guardia Civil y los técnicos de la Ciudad Autónoma para buscar “una alternativa” que permita a los aficionados a la pesca poder utilizar las playas y compatibilizar este uso con el del resto de los melillenses.
Según expuso ayer Mohatar, su idea es ofrecer la posibilidad de que se pueda pescar en las playas de Melilla en horario nocturno, y en una zona habilitada para ello. Así, apostilló que no se va a permitir la pesca en horario de baño “bajo ningún concepto”. Además, será necesario que los aficionados a la pesca cumplan una serie de puntos, entre ellos, que no dejen restos en el suelo, dado el peligro que eso puede suponer para las personas que paseen por la playa.
El consejero mostró su disposición para buscar una solución y que las playas puedan ser utilizadas por este colectivo, a pesar de que hay un reglamento en la Ciudad Autónoma que prohíbe la pesca en la playa.

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Redacción

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