Llevamos dos meses de confinamiento en que hemos permanecido en nuestras casas para evitar la expansión del virus, si estuvieron justificadas en su momento por la urgencia de hacer frente a la crisis sanitaria, de cortar de raíz el contagio masivo y evitar el colapso de los hospitales, ahora ya no solo no es necesaria sino contraproducente por los graves efectos que se han provocado por su aplicación.
Un decreto de alarma que ha sido prorrogado varias veces sin contar con el Congreso, que implica la limitación de los derechos fundamentales. Una razón, entre otras, por la que el PP por primera vez ha votado en contra del estado alarma.
No vamos a negar que la situación actual y, sobre todo, la que se avecina es y será muy complicada. En muchas ciudades, vemos colas por miles en los bancos de alimentos, donde están pasando hambre dado de que hay mucha gente que vive de lo que gana al día y que tiene muy pocos medios. La solución no es el confinamiento, entonces la cuestión es qué hacer.
En este sentido el Partido Popular al no querer contribuir a arruinar la economía española lanza una estrategia para que cuanta más gente pueda trabajar mucho mejor. Tiene un plan que la desescalada sea compatible con los intereses económicos y compense a los empresarios. Se trata de un programa para proteger la salud de los españoles y también para evitar la destrucción económica con medidas de ayuda a trabajadores, pymes y autónomos. Además, destacan que la propuesta protege a la población vulnerable de mayores y enfermos, aislando a los contagiados y sus contactos con test masivos y aplicaciones informáticas. Incluye medidas como el uso obligatorio de mascarillas o un Pacto de Estado de Sanidad.
En lo que respecta a la economía, propone extender los ERTE hasta final de año, aliviar del pago de impuestos para la apertura de nuevas empresas, como la extensión de una tarifa plana de autónomos de 50 euros o contratos bonificados para la reincorporación al mercado laboral. Y como ahora mismo se están afectando derechos fundamentales, tiene todo el sentido que desde el PP votara en contra de la prolongación del estado de alarma. El PP también ha trabajado en un plan de desescalada jurídica que apunta a más de media docena de leyes porque no podemos seguir en una excepcionalidad constitucional perpetua.
Como dice Pablo Casado que, el actual Estado de Alarma es innecesario y que basta con las leyes ordinarias con las que se puede limitar el derecho a la libre circulación.
Con la aplicación de las leyes en materia de Salud Pública y la de Seguridad Nacional, no habría hecho falta la aplicación del estado de alarma para tomar las medidas que se han tomado en los decretos.
Para finalizar, el Partido Popular tiene una respuesta clara y fácil de entender por todos los españoles ante el drama sanitario, económico, laboral y social.
Hay un plan global, y, tiene claro ayudar a las empresas y autónomos, pero ante todo no olvida a los millones de trabajadores que son sin duda los que peor lo están pasando. Los trabajadores dependen de los empresarios y éstos de sus trabajadores. Por lo que la supervivencia de ambos está condicionada a la del otro. Una desescalada en la que se ha de garantizar la protección social y laboral de quienes más lo necesitan para que la salida de esta crisis sea justa. En definitiva, son los test masivos, la protección garantizada a todos los trabajadores, y medidas en materia social, económica y jurídica para que la salida de esta crisis sea justa.
