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Las Asociaciones de Vecinos de Melilla la Vieja, en contra del cierre de la Fundación Melilla Ciudad Monumental

La Fundación tiene su sede en el Faro de Melilla
(Autor: LUIS NAVARRO )

Desde estas entidades se considera que “nuestro querido ‘Pueblo’ es patrimonio de todos y nos compete a todos. Es fácil sacar pecho y sentirnos orgullosos cuando alguien nos muestra su admiración. Pero hay que dar un paso más e implicarnos en su mantenimiento, en su conservación. Los melillenses, en general, nos merecemos una explicación”. Las Asociaciones de Vecinos ‘Acrópolis’ y ‘El Pueblo’, como representantes de los vecinos del barrio de Medina Sidonia y ante los continuos rumores de cierre de la Fundación Melilla Ciudad Monumental, han querido manifestar públicamente su apoyo “a la gestión que desde la misma se está realizando.
Así, primero expresaron su desacuerdo con esta decisión, que “no entendemos ni comprendemos”, argumentando al respecto que “Melilla la Vieja tiene desde el año 1953 la consideración de Bien de Interés Cultural (BIC) y como tal debe ser tratada. No podemos ni debemos dejarla que se deteriore”, aseguraron.
Prosiguieron su escrito dejando claro que, tanto para ellos como para el resto de los melillenses, es “un tema que nos preocupa y creemos que debe haber algún organismo o entidad cuya función sea velar por la conservación de ella y de todo el patrimonio de Melilla, que es mucho y variado”.
La Fundación, según se afirma desde estas dos Asociaciones de Vecinos, “nacía con esta misión, se creó para trabajar de forma más directa, sobre todo el patrimonio dentro y fuera del recinto amurallado. Sabemos y nos consta que el estar día a día pendiente de todo ello no es tarea fácil”. Por eso, son conscientes de que “se requiere de una dedicación que desde otras consejerías de la Ciudad Autónoma no sería posible prestar, debido a la multiplicidad de funciones de las mismas”.
También consideran que Melilla la Vieja “no es un barrio más de la ciudad, aunque tenga las mismas necesidades en materia de limpieza o seguridad que los demás, pero siempre teniendo en cuenta que se trata de un recinto histórico y ello conlleva unas connotaciones especiales”. Para estas entidades la Fundación supone su “pequeño Ayuntamiento”, en el que van “a exponer los problemas que nos aquejan con la esperanza de una pronta solución. Aquí viven muchas personas mayores a las que no es fácil desplazarse para hacer gestiones, ni por su edad entienden qué es la Administración electrónica”, indicaron.
La labor que desarrolla la Fundación Melilla Ciudad Monumental, añadieron, “va mucho más allá del cuidado y conservación del patrimonio. Su personal vela y se preocupa por el día a día del vecindario, y eso es muy importante para todos nosotros, para quienes vivimos entre estas murallas”.
En estos últimos años se han desarrollado, explicaron, una serie de propuestas encaminadas “a mejorar la vida de nuestros convecinos. Pero de ellas no solo nos beneficiamos los residentes, también el resto de los melillenses, que suben a disfrutar de los bellos rincones que existen en el barrio. De los turistas que viajan a Melilla y quedan encantados con nuestro patrimonio histórico. También esos otros melillenses que, por circunstancias, tuvieron que abandonar su ciudad natal y que cuando vuelven observan maravillados cómo está el Pueblo”, afirmaron.
Los vecinos quieren “ser escuchados”, que se tenga en cuenta su opinión. Desde hace un año se está hablando del cierre de la Fundación Melilla Ciudad Monumental y ante la posibilidad de que esto ocurra lanzaron algunas preguntas: “¿Por qué la quieren cerrar? ¿Tan mala es la gestión que se está haciendo desde la misma?”
Desde estas dos entidades se cree que “este no puede ser el motivo, ya que en los últimos años la mejora en el barrio es notable, incluso en la relación con el vecindario, estrechando lazos y manteniendo contacto con las Asociaciones para conocer de primera mano lo que nos preocupa, aunque en ocasiones sea muy evidente. Algunas propuestas no se han podido llevar a cabo por el tiempo que precisan para su ejecución, dado que este parece estar limitado. Otro aspecto importante ha sido la drástica reducción del presupuesto”, manifestaron.
Por último, mostraron su convencimiento de que la Fundación que “debe continuar, que la gestión que se viene desarrollando no puede cortarse. Que debe dotarse a esta entidad del presupuesto necesario y suficiente para continuar con su labor diaria de cuidado y conservación del barrio y de todo el patrimonio”. De no ser así, opinan que “el Pueblo volvería a caer en el mayor de los abandonos, como ocurrió antes de que se llevasen a cabo los trabajos de rehabilitación recogidos en el PERI”.

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Carlos R.Busto

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