La Policía Local y la Policía Nacional tuvieron que llevar a cabo en la noche del sábado una compleja intervención, que empezó con un problema familiar en una vivienda del Tiro Nacional y finalizó con dos detenidos, madre e hijo. Éste, un joven de 20 años muy agresivo hirió a tres agentes con cristales rotos, lanzó una bombona desde un tercer piso contra los efectivos que participaban en el despliegue de seguridad y, además de amenazarlos de muerte, también hizo el amago de saltar al vacío, algo que finalmente hizo sin mayores consecuencias, ya que los Bomberos habían desplegado una colchoneta hinchable. La Policía Local tuvo que utilizar una pistola eléctrica para reducirlo. Según informó ayer la Policía Local en una nota de prensa, los hechos ocurrieron sobre las 22:30 horas en la calle Enrique Nieto, en el Tiro Nacional, cuando la sala del 091 pidió que una patrulla se dirigiera a la zona, donde al parecer había un problema familiar.
Una vez allí, los agentes se encontraron con que había un individuo en el balcón de su casa, acompañado de su madre, y sujetando una bombona de butano con la que amenazaba con lanzársela a los policías si accedían al portal del edificio.
La compleja situación hizo necesaria la solicitud de refuerzos de la Policía Nacional y la Policía Local ya que, además, se habían empezado a aglomerar muchas personas en las inmediaciones. El despliegue de seguridad se completó con la presencia de efectivos de Bomberos y del 061, por si era necesaria su actuación.
Tras la llegada de todos los efectivos, la Policía procedió a acordonar la zona, momento en el que el individuo lanzó la bombona de butano desde un tercer piso, hacia los policías, los cuales tuvieron que apartarse para evitar ser alcanzados. Acto seguido, los agentes hicieron uso del material antidisturbios contra el agresor para poder acceder al interior del edificio y llegar hasta la vivienda.
Para tratar de evitarlo, el joven mostró un cuchillo a los agentes con el que amenazó con matar a los agentes que subieran, al tiempo que trataba de incitar a un centenar de personas que observaba la escena desde la vía pública a que torpedearan la acción policial.
Por su parte, la madre de este individuo trató de interponerse en el camino de los policías que subían a la vivienda para intentar evitar que llegaran hasta el balcón donde estaba su hijo. La mujer, de 58 años, empujó a los agentes y ofreció una gran resistencia sin atender el requerimiento policial para que depusiera su actitud, por lo que fue finalmente detenida al ser su actitud “cada vez más violenta”.
Llegada al balcón
Cuando los agentes entraron a la vivienda, el individuo se descolgó por el balcón hasta el segundo piso del bloque, donde rompió los cristales y comenzó a lanzárselos a los policías. El hombre, agarrado al enrejado de la terraza, con el consiguiente peligro que suponía para su seguridad, amenazó con saltar, por lo que el servicio de Bomberos colocó una colchoneta hinchable de grandes dimensiones por si este caía o se lanzaba al vacío.
Lejos de calmarse, el hombre siguió amenazando a los agentes con los cristales rotos de las ventanas y se tornó aún más agresivo, comenzando a autolesionarse con cortes por todo el cuerpo. En su intento de evitarlo, varios agentes introdujeron sus brazos por las rejas para sujetarle sus manos y también resultaron heridos con cortes, por los que posteriormente necesitaron asistencia médica.
Dado que resultaba imposible que se calmara y ya no había peligro de que se lesionara si saltaba por la colchoneta desplegada bajo el balcón, la Policía Local optó por poner fin al altercado provocando la caída del joven a la vía pública. Para ello, empleó una pistola eléctrica Táser, que incapacitó al individuo terminó cayendo sobre la colchoneta sin producirse ninguna lesión por la caída.
Posteriormente, fue inmediatamente inmovilizado y detenido, aunque al ser introducido en el coche patrulla para proceder a su traslado a dependencias policiales, comenzó a golpearlo con patadas hasta lograr fracturar el cristal de la ventanilla trasera y desencajar el marco de la puerta, además de otros daños ocasionados en el vehículo.
Por esta razón, el personal de la ambulancia que se encontraba en el lugar le inyectó un tranquilizante antes de ser trasladado hasta el Hospital Comarcal para ser asistido de las lesiones que se había provocado. Allí quedó ingresado en observación para su posterior valoración psiquiátrica.
Cinco delitos
El joven, al igual que su madre, son de origen marroquí. Ambos han sido detenidos como supuestos autores de los delitos de atentado a los agentes de la autoridad, lesiones, daños intencionados, amenazas y alteración del orden.
La Policía Local agradeció la “inestimable colaboración y coordinación” con el servicio de Bomberos y de ambulancia que acudieron a la zona.
