El consejero de Educación, Antonio Miranda, manifestó ayer que a pesar de la premura con la que se está trabajando, toda la maquinaria burocrática que hay detrás de cada procedimiento de adjudicación de obras, puede hacer que las nuevas aulas que se habilitarán en la Casa de la Juventud no puedan estar listas hasta finales de septiembre, con lo que la ocupación se haría sobre octubre. Recordó que el proceso de adjudicación de una obra no es algo sencillo, puesto que "tienen que pasar por mesa de contratación y tiene sus plazos, de alegaciones y demás, y esto es lo que retrasa". No obstante, dijo que las obras ya han sido adjudicadas y que los trabajos "van a empezar ya". A la pregunta de si estarían concluidas las actuaciones para el mes de septiembre, el consejero señaló que "tal vez". Confirmó que "ya se ha adjudicado y el dinero está librado".
Del proyecto recordó que lo redactó Fomento y se remitió al Ministerio de Educación que le dio el visto bueno. De ahí pasó a mesa de contratación para su adjudicación. Cerrado estos trámites, urge ahora iniciar la construcción que podría estar lista para finales de septiembre. "Hay que trabajar duro en julio, agosto y siempre para que estén terminadas y creo que para octubre podrían estar funcionando esas aulas, que son tan importantes". Lo cierto, según dijo, "es que vamos a tener tres aulas y cuatro más el año que viene para niños de Infantil" con lo que se espera descongestionar las ratios tan elevadas existentes en estos tramos educativos en la ciudad.
Afirmó que el Gobierno de la Ciudad "apoya la educación en Melilla, como fue con la contratación este año de los 50 técnicos de Educación Infantil, algo que esperamos poder mantener o incluso aumentar el próximo curso".
