Medio Ambiente levantó ayer la prohibición del baño en las playas de la ciudad atendiendo a los resultados de las pruebas analíticas realizadas sobre las aguas de la dársena melillense. Desde el jueves a primera hora de la mañana se dio orden de prohibir el baño avisando a los bañistas a través de la colocación de las banderas rojas, así como a través del personal de Protección Civil y Salvamento.
Los resultados del laboratorio dejan patente que las aguas mantienen los niveles pertinentes para permitir el baño sin problemas. La prohibición se decretó el jueves por la rotura de la tubería que conduce las aguas residuales desde la estación de bombeo a la planta depuradora a la altura de la playa del Hipódromo.
Tal como se temía, aunque no hubo filtración de las aguas a la arena, sí que desde la planta de bombeo y durante media hora, se tuvo que verter aguas negras a la desembocadura del río de Oro por los aliviaderos. Esta operación evitó una acumulación de líquido que hubiese hecho imposible el funcionamiento de la estación, al tiempo que dio varias horas a los operarios para poder completar así la reparación de la tubería. Los trabajos finalizaron a las diez de la noche del jueves.
Tras el vertido controlado, se hicieron los pertinentes análisis de las aguas de la dársena y los resultados, no fueron todo lo satisfactorio que se esperaban, por lo que se prolongó la prohibición hasta ayer sábado, a la espera de conocer los resultados de nuevos análisis que finalmente permitieron levantar la medida.
