Hoy viernes arrancan los dos días grandes de la peregrinación anual a la Zawiya Alawiya melillense, el recinto religioso que acoge el Cerro de Palma Santa situado junto a la frontera de Farhana y en el que se espera que unas 2.500 personas llegadas desde distintas partes del globo, principalmente de España, Europa y África tomen parte.
Ayer jueves comenzaron a llegar los primeros peregrinos, cansados muchos por el largo viaje desde su país a nuestra ciudad, pero felices de tomar parte en este encuentro anual de oración y meditación en el recinto que guarda los restos del santón islámico Sied Mohamedi. Se cumplen setenta años de la primera peregrinación.
Sufismo
Pero este año la Sala de conferencias de la Zawiya Alawiya acogerá entre hoy y mañana el desarrollo del Primer Congreso sobre sufismo, que está abierto a todos los ciudadanos.
El viernes día 22, en sesión de tarde, a partir de las 18:30 horas se presentarán intervenciones en lengua árabe, mientras que la sesión del sábado, día 23, a partir de las 10:30 horas serán por la mañana y las ponencias se darán en español. El encuentro tendrá lugar en la sala de conferencias situada al lado de la zawiya en el Cerro Palma Santa. El deseo de los promotores del encuentro es que acudan también melillenses de todas las confesiones religiosas para participar en el debate posterior a las ponencias.
"Esperamos que el encuentro sirva para esclarecer el tema de la espiritualidad del Islam, su filosofía y su desarrollo a lo largo de siglos, en contraposición a la distorsión que está sufriendo el Islam en el presente, y como manifestación también de rechazo a toda violencia y barbarie", indican los organizadores del primer congreso sufí de Melilla.
Peregrinación
El principal acto en la Zawiya Tareka Alawiya se celebra en la noche del sábado con el rezo que concitará, a partir de las nueve de la noche, la presencia de los musulmanes venidos de distintos puntos del norte de África y de Europa: Fez, Marrakech, Agadir, Casablanca, Tánger, Málaga, Granada, Londres, Bruselas o París.
Un año más acudirán también representantes del Gobierno de la Ciudad Autónoma y del Ejecutivo central a esta oración de hermandad, para reforzar lazos entre los melillenses de todas las culturas y dar la bienvenida a los visitantes.
En esta gran oración los asistentes elevan sus plegarias al cielo y claman por la paz en el mundo y por el fin de los males que aquejan a la humanidad. Durante la noche, los peregrinos, ataviados con chilabas blancas y llamativos collares, rezan el Corán e intercambian reflexiones sobre la paz, el fin del terrorismo o los conflictos bélicos.
Mientras los hombres enseñan a los jóvenes a conocer los textos sagrados y la figura del santón Sied Mohamedi que reposa en el interior de la Zawiya, las mujeres y los pequeños, en otra habitación, elevan sus plegarias al santísimo. Al término del rezo comunitario, los asistentes compartirán una cena de hermandad, tras la que se retirarán a descansar antes de iniciar al día siguiente el regreso a sus hogares con la satisfacción del deber cumplido.
