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La Mesa de Movilidad suspende el “MetroMinuto”

Imagen del croquis del “MetroMinuto” de la Ciudad

La Mesa por la Movilidad Urbana Sostenible y Universal de Melilla, integrada por entidades sociales y partidos políticos de Melilla, ha señalado que el proyecto de MetroMinuto que pretende poner en marcha la Consejería de Medio Ambiente "no consigue el aprobado" porque asegura que el diagnóstico realizado por dicha Mesa de Movilidad “encuentra numerosas carencias que desincentivan el transporte a pie por la ciudad”.
La Mesa por la Movilidad ha recordado que hace un mes, la consejería de Coordinación y Medioambiente presentó MetroMinuto, un proyecto para incentivar los desplazamientos a pie con un mapa sinóptico que representa la distancia y el tiempo que un peatón emplea en recorrer los principales trayectos en la ciudad.

Ayer, dos grupos guiados por la Mesa de Movilidad han evaluado dos de las rutas de MetroMinuto para realizar una valoración personal del recorrido.

Entre las conclusiones que han sacado, están en primer lugar que la mayoría de las aceras tienen un ancho inferior a 1,5 metros (distancia mínima para garantizar la seguridad y el tránsito), e incluso algunas tienen comprometida su superficie por la presencia de farolas.

También subraya un elevado porcentaje de pasos de peatones que no tienen rebajes, están mal rebajados o se encuentran en mal estado.

Además indica que más del 50% del espacio público es carretera de las calles del MetroMinuto está reservado a la calzada, lo cual favorece la presencia del vehículo.

De igual modo apunta que las travesías son suficientemente anchas, lo cual es positivo (luz y ventilación); sin embargo, más del 50% de las calles no tiene vegetación. "Los únicos árboles que dan buena sombra son los ficus" precisa. Pero critica que "el confort técnico es bastante precario para desplazamientos largos, sobre todo si son realizados por personas mayores". Otro de los puntos reseñados por la Mesa de Movilidad indica que algunas calles no tienen ninguna actividad comercial, lo que las convierte en tramos menos seguros (sobre todo por la noche) y menos atractivas para el ciudadano. Al mismo tiempo significa que la densidad del tráfico es elevada y la contaminación ambiental se siente durante el paseo. Por último, reseña que la contaminación acústica es asignatura pendiente que urge una respuesta contundente por parte de la Administración.

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Redacción

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