En la tarde de ayer se produjo un aparatoso accidente en la calle Padre Lerchundi, al producirse el choque entre un vehículo que circulaba a gran velocidad por esta estrecha calle y un todoterreno que se encontraba aparcado, provocándosele también daños, a consecuencia del impacto, a otros tres vehículos que también se encontraban estacionados.
Fuentes de seguridad ciudadana afirmaron que el accidente se había producido, casi con total seguridad, por un exceso de velocidad, y que el joven que conducía el vehículo había dado negativo en los tests de alcohol y drogas, y tenía el carnet en vigor.
Según un testigo que comentó el accidente en redes sociales, el joven supuestamente dio un acelerón tras perder la oportunidad de estacionar donde quería, y a los pocos metros se produjo el impacto contra los vehículos estacionados.
A pesar de la espectacularidad del impacto, que provocó que el coche volcara, el conductor ha tenido suerte, habiendo resultado herido leve, principalmente en el rostro.
Este accidente ha vuelto a abrir el debate sobre la agresividad al volante, los excesos de velocidad y la necesidad de imponer medidas de control en una ciudad en la que, a pesar de que la práctica totalidad del entramado de carreteras está limitado a 30km/h, el exceso de velocidad es la norma, y los accidentes el pan de cada día.
