El 14 de agosto en la calle General Villalba, en las inmediaciones del paso de Beni Enzar, un hombre aprovechó el descuido de una chica joven y le pegó un tirón del móvil, saliendo a la carrera.
La escena pudo ser presenciada por los vecinos de la zona, y uno de ellos, propietario de una conocida tienda del barrio, salió a la carrera tras el ladrón.
Según declaró el propio testigo que salió tras el acusado, “fue todo muy rápido, apenas fui detrás de él 50 metros”. Cuando le dio alcance, le encontró el teléfono móvil de la chica en el pantalón y lo retuvo con la ayuda de otros vecinos hasta que llegaron los agentes de la Policía Local, quienes finalmente lo detuvieron por un delito de robo con violencia en grado de tentativa. El testigo declaró en el juicio no haber perdido de vista en ningún momento al acusado y estar seguro “al 100%” de que había sido él y destacó que ese tipo de sucesos son “el día a día” en esa zona.
El Ministerio Fiscal interesó para el acusado la imposición de una pena de dos años de prisión, toda vez que se consideró suficientemente probado que en efecto había robado el móvil.
La defensa, pese a no prestar el acusado declaración -se le juzgó en ausencia-, pidió su absolución argumentando que el acusado iba andando “tranquilamente” por la calle cuando fue golpeado y retenido sin motivo alguno.
De ser condenado, no ingresaría en prisión al no tener antecedentes penales.
