El 5 de abril de 2017, sobre las 18:15h, una mujer y su hijo aparcaron el vehículo familiar frente a la clínica veterinaria del Tesorillo.
Mientras los denunciantes estaban en el veterinario, el hijo vio a través de la ventana cómo el acusado rompía uno de los cristales del vehículo para acceder a su interior. Antes de que el acusado consiguiera entrar en el coche, el joven salió tras él, intentando retenerlo en el lugar sin éxito, y teniendo que perseguirle a la carrera hasta la Plaza Primero de Mayo, donde finalmente el acusado fue interceptado. Al huir, el acusado dejó atrás un cubo con langostinos que llevaba.
El acusado es un ciudadano marroquí que la Policía ya conoce de otras intervenciones por hechos similares, pese a que carece de antecedentes. No se personó en su propio juicio.
El Ministerio Fiscal interesó para el acusado la imposición de una pena de 11 meses de prisión, y no se opuso a la posible suspensión de la ejecución de la pena durante un plazo de 3 años, dado que el único antecedente que le consta al acusado data de 1997 y se encuentra cancelado.
