España y Marruecos han empezado a trabajar en una metodología para proceder a la repatriación “cuando proceda” de los menores extranjeros no acompañados (MENA) de nacionalidad marroquí que llegan a territorio español, dado el interés del país vecino en darles protección para evitar el “desarraigo”. El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, dijo ser consciente de que la cuestión de los MENA “preocupa” en Melilla, ciudad a la que hizo ayer su primer viaje oficial y donde anunció el inicio de estos trabajos entre ambos países para hacer posible el retorno de los menores marroquíes a su país de origen.
Puntualizó que esta metodología en la que están trabajando España y Marruecos se desarrolla “en interés del menor, con todas las instituciones españolas, pero con esa coordinación efectiva entre ambos países”.
En este punto, el ministro afirmó que ambos países están intentando establecer unas líneas de actuación “que puedan ser las principales para el futuro, pero siempre en interés del menor”.
Grande-Marlaska señaló que este trabajo se enmarca en “la cooperación y colaboración con Marruecos”, cuyas autoridades “son las primeras a las que les preocupan sus menores y quieren que estén en su país y darles protección, bien con sus familias de origen o bien el propio Estado marroquí, porque son sus menores y no les gusta ese desarraigo”.
El ministro apuntó que ha podido constatar este interés de Marruecos por las manifestaciones de sus autoridades en este sentido, como su homólogo marroquí, que en una reunión mantenida en octubre en Madrid le manifestó la necesidad de establecer un protocolo al respecto.
“No es de hace 8 meses”
Tras comentar que no le gusta hablar de este asunto como un problema, sino como “un reto”, ni tampoco el término MENA porque “parece que se cosifica” a los menores, Grande-Marlaska dejó claro que este asunto “no es de hace ocho meses ni de antes de ayer”, sino que la primera vez que tuvo constancia de ello fue hace tres o cuatro años, en su primer viaje a Melilla.
