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La colonia urbana de San Agustín finaliza este verano con un balance “muy positivo” y con “ganas de más”

Momento del último día de la colonia urbana de San Agustín, en el que monitores y pequeños se despidieron un año más del ‘campamento’

Ayer, las distintas colonias urbanas de Cáritas Interparroquial cerraron una edición más con balances positivos, en especial, la de San Agustín, que acaba dos semanas de actividades “sin ninguna incidencia, con mucho aprendizaje y con sensaciones increíbles que esperamos repetir el año que viene”, como detalla el coordinador de las mismas, Jorge Bueno. La colonia, perteneciente a la del Monte María Cristina, continuará con una quincena más de diversión para una nueva promoción de niños. La colonia urbana de San Agustín, al igual que el resto, ha llegado a su fin y con ella el momento de hacer balance de estos quince intensos días donde monitores voluntarios y niños han realizados numerosas actividades de ocio y educativas.
El coordinador de esta colonia, Jorge Bueno, indica que “las expectativas han sido mejores que las que en un principio habíamos pensado”.
En este sentido, el responsable explica que se han cumplido “todos los objetivos que nos marcamos al inicio de las colonias, tanto el lúdico y el educativo, como el emocional”.
Así pues, la colonia de Cáritas Interparroquial de San Agustín finaliza con “una balance muy positivo”, en la que no ha habido ninguna incidencia con ningún niño.
“Los pequeños han disfrutado muchísimo y los monitores han sabido trabajar en equipo en todo momento, haciendo que esto funcione”, detalla Bueno.
El coordinador, como ejemplo de la diversión que ha estado presente durante estos 15 días, relata que “algún día ha habido niños que presentaban alguna molestia y se decía de llamar a su casa para que se marchasen y se recuperasen, sin embargo, ellos mismos se negaban a irse, solo querían continuar disfrutando con lo compañeros”.

Una labor gratificante
Las colonias urbanas de Cáritas Interparroquial están compuestas por jóvenes voluntarios que se ofrecen durante dos semanas a colaborar.
Jorge Bueno, coordinador de la de San Agustín, indica que “en la fiesta de fin de colonia, muchos padres expresaron su agradecimiento por la labor que realizamos y recibimos un gran aplauso por parte de los niños; esa es nuestra paga, nuestra gratificación, el saber que tantos niños han podido disfrutar de parte del verano” “Nos quedamos con unas palabras de una madre que nos agradeció toda nuestra labor a cambio de nada; y con esas palabras nos quedamos”, agregó.
Las despedidas son emotivas, siempre hay una lágrima de algún monitor que se escapa después de pasar tanto tiempo con los niños o eso algún pequeño a la hora de dejar un año más su camiseta apartada.
Lo que sí está claro es que hay “ganas de más”. Los monitores han manifestado, según Bueno, su intención de repetir el año que viene y los pequeños de volver a la colonia.

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Luisa Maria Sanchez Ballesteros

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