La Casa regional de Ceuta en Melilla, siguiendo su calendario festivo, ha celebrado la XX edición del Día de la Mochila, una de las festividades más populares de Ceuta.
La entidad “caballa” concentró a un numeroso grupo de socios, especialmente entusiastas de las costumbres de la antigua Septem Fratres, para disfrutar de una jornada que en un principio se tenía pensada al aire libre y en lugar arbolado pero por los fuertes vientos, se ha tenido que celebrar en la sede social de la entidad ceutí.
De este modo, han celebrado en la fiesta de Todos los Santos "una de las festividades más auténticamente populares de Ceuta, como es el Día de la Mochila. Esta tradición, que se celebra desde finales del siglo XIX, se mantiene de forma totalmente espontánea, sin que ni institución ni asociación alguna intervenga en ella".
“El Día de la Mochila consiste en que, ese día, jóvenes y mayores salen al campo a comer. En su talega o mochila no pueden faltar, aparte de los consabidos bocadillos, las frutas y los frutos secos, amén de los primeros dulces navideños que anuncian las próximas fiestas con las que concluirá el año”.
Hay quien la vincula a la llegada de Málaga en esos días de este último manjar, en las embarcaciones que se llevaban a los trabajadores de la Almadraba; otros dicen que se debe esta tradición tan asentada a que antiguamente los familiares que tenían que llevar flores a sus difuntos, pasaban el día en el campo debido a que el cementerio se encontraba a mucha distancia del núcleo urbano; incluso hay quien dice que tiene algo que ver con la célebre jornada de la Loma de las Mochilas de la Guerra de África, pero su potenciación se debe a los grupos de exploradores que hicieron de ella una fiesta en los albores del siglo XX. Los ceutíes se trasladan de la ciudad al campo, llevando bolsas de frutos secos propios de otoño”.
El presidente de la entidad ceutí, Ramón de la Cruz, niños, jóvenes y mayores de la Casa Regional de Ceuta en Melilla disfrutaron de este día en muy buen ambiente aunque echando de menos hacerlo en una zona campestre.
Para este año la directiva organizó una gran sardinada y unas migas con productos ibéricos. Asimismo, los asociados tuvieron la gentileza de traer algunas viandas y platos de comida casera para los aperitivos. En este sentido, todos compartieron la comida de todos: empanadas, tortillas de patatas, croquetas de jamón, paté casero, chorizo de pueblo, ensalada campera de patatas, patatas a la brava, pimientos fritos, pollo empanado, y hasta alguna socia se atrevió con la realización de un plato típico de Castilla y León, patatas a la importancia y otros suculentos platos que las mujeres y hombres de esta activa casa regional cocinaron con esmero.
Tras la comida se dio el pistoletazo de salida para degustar los conocidos productos de "la mochila" que se encontraban en una gran mesa y en cestitas: frutos secos y frutas propias de otoño y de esta festividad tan peculiar (castañas, nueces, pan de higo, avellanas, almendras, pistachos, cacahuetes, dátiles, chirimoya, mandarina, granada etc.) que fueron degustados gratuitamente al igual que esta comida hermandad entre el jolgorio y la alegría de los simpatizantes caballas con los que cuenta la casa.
También hubo algunas copas para brindar por seguir disfrutando de estas fiestas tan especiales para los "caballas" acompañadas de buenísimos postres como la tarta de queso o el flan y variedad de pastas, anticipo de las fiestas navideñas.
