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“Añoro los tiempos donde el reloj no marcaba la pauta y la navegación era un arte y una convivencia con nuestros pasajeros”

Gregorio Urbistondo comenzó hace 38 años como Oficial del barco ‘Vicente Puchol’ en la conexión de Melilla

El capitán del ferry Fortuny de la compañía Trasmediterránea, Gregorio Urbistondo, ya está jubilado. Ayer fue su último día al frente del timón del barco de Trasmediterránea que une nuestra ciudad, tanto con Málaga como con Almería. Urbistondo empezó como Oficial hace 38 años en el buque Vicente Puchol en esta misma conexión. Casi cuatro décadas después le ha llegado el momento de dejar la que ha sido la ocupación que le ha marcado para siempre. MELILLA HOY le ha entrevistado para conocer cómo vive este momento y nos cuente sus sensaciones, curiosidades y proyectos de futuro.

  • Este 1 de diciembre se ha jubilado ¿aguardaba este momento o pensaba que iba a tardar en llegar aún más tiempo?
  • Es una decisión, que, aunque parezca mentira cuesta. Es un conjunto de sensaciones, donde impera el sentido común.
  • Después de toda una vida como capitán de barco ¿qué va a hacer con tanto tiempo libre?
  • Lo más importante, dedicar el máximo tiempo a mi familia, cuatro hijos y un perrillo, y desarrollar alguna habilidad artística que por las circunstancias nunca da tiempo a completar
  • Ahora, a toro pasado, ¿qué otra profesión le hubiera gustado practicar si no hubiese sido capitán de barco?
  • Soy un marino vocacional desde que era un niño, no me veo en otra cosa
  • Si tuviera que resumir su trayectoria marina ¿qué nos podría decir de todos estos años?
  • Es todo un mundo de experiencias, algunas gratas y otras no tanto, donde cada día cuenta y suma. Me llevo una mochila llena de vivencias.
  • ¿Ha cambiado mucho este mundo de la marina? ¿Se ha tenido que adaptar a los nuevos tiempos, a las nuevas tecnologías, o la esencia de su trabajo ha sido la mismo antes y ahora?
  • Lógicamente como todas las profesiones técnicas los tiempos cambian muy rápidamente y hay que preparase y adaptarse a ellos, pero la mar es la mar.
  • Si tuviera posibilidad de cambiar o experimentar algo nuevo en la que ha sido su profesión ¿qué sería?
  • Es difícil de definir. Añoro un poco los tiempos donde el reloj no marcaba tanto la pauta y la navegación era más un arte y una convivencia con nuestros pasajeros. Una forma de vivir y de disfrutar más aún de cada viaje.
  • Después de tanto tiempo, ¿dígame dos momentos que se le han quedado grabado: uno bueno y otro malo?
  • El nacimiento de una pequeña… y la muerte de otro pasajero.
  • Para un marino como usted ¿en qué océano se siente más cómodo navegando y por qué?
  • La mar es la mar en cualquier parte del mundo, cariñosa, dócil y traicionera al mismo tiempo. Siempre hay que respetarla.
  • Si le dijeren que le van a regalar un yate para su jubilación ¿lo cogería o por el contrario querría pasar página del mar después de tantos años ligado a un timón?
  • Jajajaja,… Ahora mismo cogería un remo al hombro, iría tierra adentro y donde me pregunten que llevo ¡ahí me quedo!…
  • Los que no somos marinos y los vemos desde fuera, pensamos que ustedes están hechos de otra pasta porque por mucho temporal que haya no los vemos marearse ni perder la compostura ¿La procesión se lleva por dentro o realmente están hechos de otra pasta?
  • Como en todas las profesiones. …Es un sentido de gran responsabilidad que desde jóvenes se va grabando en la piel. Es necesario asumirlo. Esa es nuestra escuela y a las nuevas generaciones las preparamos para ello. Aquí la naturaleza manda.
  • Cómo se lleva su trabajo con tener familia. Por ejemplo, ¿ha podido ejercer de padre cómo le hubiera gustado hacerlo o la distancia y el tiempo que está lejos de casa le han limitado esta función?
  • Puedo afirmar que el gran valor lo tienen nuestras mujeres, que son padres y madres al mismo tiempo durante tanto tiempo de ausencia. En mi caso particular así ha sido, y ha conseguido que, aunque ausente, siempre he estado presente en la vida de mis hijos. Dios la bendiga por ello.
  • Por último, si quiere comentar algo que se nos haya quedado en el tintero, este es su momento
  • Solo me queda decir que en los últimos 10 años he sido su capitán de todos los días, del “Melillero”, donde me he encontrado muy ligado a su ciudad, a sus gentes y donde dejo grandes amigos y que siempre en representación de la compañía Trasmediterránea he intentado un acercamiento día a día con todos ellos, en el compromiso que como capitán me correspondía. Espero que así continúe durante muchos y muchos años más, en esa ligadura que como en los buenos matrimonios, tiene la ciudad de Melilla con la compañía Trasmediterránea.

Hasta siempre Melilla.

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Mustafa Hamed

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