La intensa niebla que había ayer por la tarde en Melilla impidió que el vuelo procedente de Madrid pudiera aterrizar en el aeropuerto de nuestra ciudad. Tras sobrevolar la pista melillense y realizar distintas maniobras para lograrlo, alguna de las cuales llamaron la atención de testigos que vieron de cerca el avión, finalmente no pudo tocar tierra y tuvo que dirigirse a Málaga. Otros vuelos se vieron afectados por retrasos y uno de ellos por un problema con drones en el aeropuerto Adolfo Suárez Barajas de Madrid. A pesar de la mejoría de la temperatura e incluso el fuerte calor en pleno invierno, la jornada de este lunes no fue buena para el transporte aéreo por la aparición de bancos de niebla que impedían la visibilidad.
Este fenómeno atmosférico afectó al horario de algunos vuelos, algunos de los cuales salieron con cierto retraso, aunque el incidente más destacable fue el de la imposibilidad de aterrizaje de un aparato de Air Nostrum que procedía de Madrid.
Se trata del vuelo IB8294 que tras partir de la capital y cuando ya se encontraba sobrevolando nuestra ciudad, finalmente tuvo que darse media vuelta y aterrizar en Málaga. Según testigos, el piloto realizó varias maniobras, alguna de las cuales llamaron la atención porque parecía estar justo encima de los edificios. Aun así, no pudo realizar el aterrizaje.
A la niebla, además, se unió un incidente en el aeropuerto Bajaras de Madrid, al detectarse la presencia de drones que obligaron a retrasar varias horas uno de los vuelos entre Madrid y Melilla.
