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La página de Robles

La vuelta al mundo del COVID-19 (VI) El Plan del Gobierno (Gradual, Asimétrico, Coordinado y Adaptativo)

La pandemia del COVID-19 ha supuesto una convulsión de la sociedad humana a escala mundial, esa conmoción traumática y aguda ha tenido repercusiones de diversa índole e intensidad, incluso se ha creado un vocabulario de la crisis-en gran medida derivado de la infodemia que padecemos; así, en España, podemos hallar términos como pandemia, curva de contagio, cuarentena, entre otras cuyo uso se ha actualizado o incluso han mudado de significado. Pero también hay neologismos como COVID-19, desescalada o desconfinamiento entre otras, y que el tiempo-juez supremo-dirá cuales de ellas se quedan entre nosotros.
Desde ayer, el protagonista de la actualidad es el Plan del Gobierno para la normalización de la vida ciudadana en España, más conocido como desconfinamiento, palabra que no volveré a usar, si puedo evitarlo. Tiempo vamos a tener para hablar del Plan, solo voy a dar ahora unos apuntes apriorísticos de mi opinión sobre el mismo:
1.Los ejes o conceptos sobre los que se ha elaborado- gradualidad, asimetría, coordinación y adaptación-, me parecen metodológicamente correctos y adecuados; también la temporalidad de las fases, aunque hallo una excesiva complejidad, que hace necesario explicarlas, debería ser más intuitivo. Y por favor, ¡que esto lo haga un buen comunicador!
2.Su desarrollo práctico, sin embargo, tiene más lagunas, contradicciones, erratas y correcciones de las que fueran razonables o comprensibles, por tratarse de una situación nueva de la que se aprende con el paso de los días y semanas; hay errores que sólo con sentido común-más si hay un comité de apoyo(*)-no habrían existido. Y ello me causa dudas sobre su efectividad.

3.Me parece correcto que las fases nazcan inicialmente de la gradualidad aplicada en base a la información existente-entre las que aún no se halla un adecuado mapa de seroprevalencia-; la evolución de sus bases-en aplicación de la adaptabilidad del Plan-modificará las fases si es necesario, y en su caso de forma diferente en toda España, al aplicarse la asimetría.

4.Respecto a la unidad de evaluación y acción, la provincia, al basar la gradualidad en datos asistenciales -infectados, casos, hospitalizados-UCI, y fallecidos-, parece razonable -no digo que se cambie- revisar el concepto y valorar si es más idóneo aplicar el de área sanitaria o el de alguna unidad asistencial, o al menos ponderarla en el cuadro de indicadores. En cualquier caso, esto será vigente hasta tener datos de la seroprevalencia, en ese momento puede ser válido el de la provincia, aunque comprendo que sería complicado su aplicación posterior, y ya lo está bastante para la ciudadanía.

5.En cuestiones más concretas, y de modo general, comparto el tema de finalizar las actividades de riesgo que no comporten cuestiones estratégicas vitales, sirvan como ejemplos el cerrar los centros educativos hasta el nuevo curso-que no la educación al mantener en lo posible una actividad docente on line, y la práctica de la EBAU-, o dar por finalizadas las competiciones deportivas amateurs de todas las categorías-sí deberían recuperarse los entrenamientos (sin público), con el mismo ritmo de progresión que las fases-.

6.Y siendo consciente de que no existe el riesgo 0, reduciéndolo al máximo posible es imprescindible, retomar las actividades estratégicas-sobre todo las de mayor peso económico-, porque van a hacer falta muchísimos recursos, propios y ajenos, para salir de la recesión. Son ejemplos de ellas la actividad industrial-preparando ya el imprescindible cambio del modelo económico-, o el deporte profesional por seguir el ejemplo del punto anterior. Y es prioritario recuperar cuanto antes-pero basándose en la incidencia-, las actividades económicas ligadas al turismo, que supone más de un tercio de nuestro P.I.B. junto a los servicios asociados.

7.No puedo dejar de referirme al rechazo tan amplio y diverso suscitado por el Plan-una rara cualidad en estos tiempos-, ya que desde distintos foros se han pronunciado públicamente y de forma motivada contra el mismo; los partidos políticos de la oposición-normal en España-, y los que apoyaron al Gobierno en la investidura-no tan habitual, y que puede tener repercusiones-, también han mostrado su contrariedad muchas comunidades autónomas-tanto de signo político contrario, como del mismo que el del gobierno-, y finalmente importantes interlocutores sociales como las asociaciones empresariales, así como algunos sindicatos profesionales. No es objeto de esta colaboración el análisis político, sólo dejo para la reflexión una frase de San Agustín-patrón de los cerveceros-: “Da lo que tienes para que merezcas recibir lo que te falta”.

8.Por último, soy un convencido de la inmunidad de grupo, y el confinamiento la ha minimizado-lo veremos en la encuesta de seroprevalencia-, por ello creo necesario acelerar el relajamiento del aislamiento generalizado, al menos en menores de 60 años-por su menor gravedad cclínic-; y comparto el uso de mascarilla en todas las fases, al no existir un testeo generalizado. Ello nos protegerá, al menos hasta hallar una vacuna efectiva, o al menos quimioprofilaxis y tratamiento efectivos!
Para acabar, nada de lo anterior debe de pararnos ni desesperanzarnos, y cada uno de nosotros en el ámbito de su responsabilidad-familiar, laboral y social-, debe de colaborar a que esto no sea un fracaso, ya que ahora “este Plan es el mejor que tenemos”, y todos nos jugamos mucho.
(*) Me parece incomprensible que en el comité técnico del COVID-19, NO haya participado el colectivo veterinario, más al tratarse-todo apunta a ello-de una antropozoonosis. Por convicción de la necesidad de su pertenencia al equipo sanitario de Atención Primaria-así está regulado-, deben de estar en el equipo de trabajo.

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