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El plan de ayudas a empresas y familias “más ambicioso del país” ve luz verde sin unanimidad

El Pleno de la Asamblea se celebró ayer en el Salón Dorado para separar los escaños
(Autor: CAM)

La Asamblea de Melilla aprobó ayer el plan de ayudas a empresas y familias afectadas por la crisis del coronavirus, un programa con 14 líneas de actuación que supondrán un desembolso de cerca de 30 millones de euros y que, en palabras de la consejera de Hacienda, Dunia Almansouri, “es el más ambicioso de todo el territorio nacional”. Sin embargo, no hubo unanimidad para este plan, que solo fue respaldado por los tres partidos que conforman el Gobierno, CPM, PSOE y Cs, y del diputado no adscrito, Jesús Delgado Aboy.

PP y Vox se abstuvieron tanto en el plan de ayudas como en el préstamo de legislatura de 12,8 millones de euros que el Gobierno va a solicitar como una de las fuentes de financiación de estas medidas, concretamente las destinadas a las empresas y autónomos. La otra vía para obtener fondos se obtendrá mediante modificaciones presupuestarias por valor de 8,9 millones de euros, que serán para las ayudas a las familias, y que el PP votó en contra, mientras Vox se abstuvo nuevamente.
Todo ello, en el marco de una sesión plenaria extraordinaria y urgente que se prolongó durante más de dos horas, en las que el debate estuvo monopolizado prácticamente en su totalidad por los dos principales grupos de la Cámara, el PP y CPM, que incluso se lanzaron reproches de hace varios años pese a la llamada a la unidad que hizo el PSOE en dos breves intervenciones que no sumaron más de 5 minutos.
El portavoz socialista, Francisco Vizcaíno, pidió esa unión de todos los partidos de la Asamblea en la batalla contra la COVID-19 por considerar que la crisis es de tal magnitud, que requiere del esfuerzo y el apoyo de todos. A su juicio, eso será aún más necesario si cabe en Melilla, donde “estamos totalmente aislados” y con una frontera cerrada que “ha paralizado” una parte importante del comercio.
“Tenemos que hacer ver a la ciudadanía que estamos unidos, encaminados juntos a solventar esta situación”, dijo Vizcaíno, que tendió hasta tres veces la mano al PP para colaborar en la búsqueda de soluciones y ayudas en una crisis ante la que, advirtió, “queda mucho recorrido”.
También CPM defendió con insistencia esa llamada a la unión porque “es la mejor forma de combatir al enemigo”, que es “el virus que ha producido una pandemia” en la que hay más de 250.000 casos positivos y cerca de 27.000 fallecidos. Por ello, el presidente de CPM, Mustafa Aberchán, empezó rogando el apoyo del PP, para después elevar la “súplica en nombre del Pueblo de Melilla” a la exigencia advirtiendo de que, si no votaba a favor del plan de ayudas, estaría “dando la espalda” a la ciudadanía.
Aberchán justificó esa postura aludiendo a la “coherencia” política durante los últimos años, al recordar cómo PSOE y CPM respaldaron al PP cuando éste gobernaba en otros momentos también muy difíciles para Melilla, como la crisis económica de principios de la década anterior y el terremoto de 2016, cuando hacía falta aplicar “política de ciudad”. Ahora, en palabras de Aberchán, la situación es aún más delicada: “Hoy es política de país, yo diría del planeta”, al tratarse de una pandemia por un virus que afecta a todo el mundo.
Sin embargo, el PP justificó su abstención porque, si bien dejó claro que nunca votará en contra de un plan de ayudas, hay aspectos con los que no está de acuerdo, entre ellos, que la propuesta que los populares presentaron hace dos meses, basada en 25 medidas por 30 millones de euros, era mejor que la del Gobierno y, además, suponía 11 millones de euros más dinero para dotar esas ayudas.

Centro de menores
Pero sobre todo, el PP basó especialmente su desacuerdo en el hecho de que el plan de ayudas presentado por la Consejería de Hacienda, Empleo y Comercio haya incluido 3,5 millones de euros para la creación de un nuevo centro de menores en el Fuerte de Rostrogordo, adonde han sido trasladados parte de los menores extranjeros no acompañados del centro de La Purísima por su elevada ocupación.
El PP acusó a CPM de haber aprovechado el estado de alarma para abrir este nuevo centro de menores en Melilla, el cuarto, lo que a su juicio era un objetivo desde hace tiempo, después de la polémica sobre la prórroga del contrato de gestión de La Purísima. Ello, a pesar de que este asunto, según los populares, no tiene que ver con la crisis del coronavirus, que es para lo que se destinan las ayudas que fueron objeto de aprobación ayer.
Tanto el portavoz del PP, Miguel Marín, como el vicepresidente segundo de la Asamblea, Daniel Conesa, y el diputado Manuel Ángel Quevedo, aprovecharon sus diferentes turnos de palabra para pedir que esos 3,5 millones de euros se destinen a ayudar a las empresas, autónomos y las familias, que a su juicio ahora es lo que más urgencia tiene ante la crisis provocada por el coronavirus.
“Quien da la espalda a los melillenses son ustedes, porque están desviando ese dinero tan importante para los empresarios, los autónomos y las familias, que son quienes realmente lo necesitan, a un objeto que no tiene que ver con la crisis sanitaria y social ni con el coronavirus, que son los menores extranjeros no acompañados”, dejó claro Marín.
El portavoz del PP defendió que esos niños y adolescentes, en realidad, “no deben estar en un nuevo centro, sino que deben ser trasladados a Marruecos o a la península”, aunque Quevedo y Conesa, por su parte, aclararon que su partido no dice que no se atienda a los menores, sino que se haga con otro tipo de recursos y no con los propios de la Ciudad Autónoma, “que es para lo urgente”.

Fiscalía
Aberchán y Almansouri respondieron dejando claro que el traslado de menores a Rostrogordo es “un imperativo de la Fiscalía” debido al hacinamiento del centro de acogida de La Purísima y el peligro que podría conllevar para la salud pública de los melillenses en esta pandemia. Los dos incidieron en esta idea, que culminaron con varios reproches al PP; al que acusaron de no tener “sensibilidad” hacia un colectivo vulnerable como el de los menores extranjeros no acompañados.
“A los menores los queréis en una lata de sardina todos cerraditos y os importa un pepino lo que diga la Fiscalía, porque ni habéis ido a ver en qué condiciones estaban”, espetó el líder cepemista a los miembros del PP.
En cambio, Marín rechazó “esa coartada” al afirmar que el requerimiento de la Fiscalía no es de ahora, sino de septiembre del año pasado y, además, hizo una comparativa de la situación con el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) al señalar que éste está más hacinado que el centro de menores y tiene un mayor riesgo por ser sus residentes adultos, pero “no se ha hecho un segundo CETI” como sí ha sucedido con el centro de menores.

Reproches legales
Este asunto fue una de las principales discrepancias entre CPM y PP durante la sesión plenaria, que derivó incluso en acusaciones de supuestas irregularidades, ya que el PP así lo ve tanto en la contratación del servicio a una empresa con dos empleados y sin experiencia en el ámbito de la atención a menores, y también en la selección de los 60 trabajadores que atienden a los menores en Rostrogordo.
La acusación del PP fue rebatida por el propio Aberchán al señalar que el anterior Gobierno fue calificado por parte de la prensa nacional como “el más corrupto de España”, si bien Marín le respondió después “de forma serena, pero con rotundidad”, recordando al presidente cepemista que fue condenado a dos años de prisión en el caso voto por correo.
“Aquí, si hay algún corrupto, es usted, porque fue condenado a dos años de cárcel por engañar a miles de melillenses necesitados prometiendo un empleo a cambio de que le votaran por correo en 2008. La única corrupción es la suya, porque el anterior Gobierno no ha sido condenado”, respondió Marín.
En su réplica, Aberchán recriminó al portavoz popular su “vuelta al pasado recuperando la conciencia de ave perseguidora”.

Vox: “La letra pequeña”
El diputado de Vox, Juan Carlos Escoz, tomó la palabra únicamente durante 30 segundos en el pleno celebrado ayer para explicar que su abstención se debía a que no conocía “la letra pequeña” del plan de ayudas y del préstamo. La consejera de Hacienda le respondió dejando claro que el expediente “está impoluto”. “Será que no se ha leído el expediente”, agregó.

El primer pleno presencial en el estado de alarma se traslada al Salón Dorado para mantener la distancia social

El Pleno de la Asamblea celebrado ayer de forma extraordinaria y urgente era el segundo desde el inicio del estado de alarma, después del que se celebró de manera telemática para reanudar el trámite de los Presupuestos de la Ciudad Autónoma de 2020 y propiciar su aprobación definitiva. Pero el de ayer era el primero presencial en más de dos meses, que se trasladó al Salón Dorado para permitir una separación de dos metros entre los 25 escaños y los asientos de los técnicos que habitualmente acuden a las sesiones plenarias. No faltó ningún diputado y acudieron prácticamente todos con sus mascarillas, aunque algunos se las quitaron ya en su asiento.
Todos los parlamentarios guardaron en pie dos minutos de silencio, uno por las últimas víctimas de violencia de género en España y otro por los fallecidos por coronavirus.

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Redacción

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