La Ciudad Autónoma de Melilla ha ordenado este miércoles la retirada inmediata de las mascarillas de protección Butterfly Type FFP2/KN95 modelo MY002 que adquirió como material de acopio para hacer frente a la pandemia de la COVID-19. La decisión ha sido tomada por una alerta del Ministerio de Trabajo, al detectar que dicho material no reúne los criterios mínimos de protección requeridos, tras la realización de los preceptivos ensayos.
La Ciudad Autónoma ha asegurado que estas mascarillas, sobre las que no ha especificado la cantidad, “en ningún caso” han sido distribuidas a personal sanitario o sociosanitario, dado que estaban destinadas “a consumo general”, y una parte “mínima” había sido entregada a algunas dependencias municipales, aunque ya ha sido recuperada.
Las mascarillas fueron adquiridas por la Ciudad Autónoma con anterioridad a la entrada en vigor de dicha alerta y su recepción en Melilla se produjo también antes de la existencia de la alerta. Una vez retiradas, serán devueltas al proveedor para su destrucción y reintegro inmediato, a lo que ya se ha comprometido con la Ciudad.
La comunicación sobre esta alerta se produjo ayer por parte de la Dirección General de Salud Pública y Consumo. Según la Ciudad, esta incidencia “se enmarca en una situación que lamentablemente también ha acontecido en otras comunidades autónomas y países de la Unión Europea”.
En el caso de Melilla, coincide también con la detección de un empresario que presuntamente distribuía mascarillas de este tipo incluidas en el Registro de Alertas de Consumo, tal y como avanzó MELILLA HOY.
Tras la comunicación de Salud Pública, la Ciudad Autónoma ha procedido a la inmovilización de la mayor parte de estas mascarillas que se encontraban en acopio en la propia Dirección General, así como a la recuperación de una mínima cantidad que había sido entregada a algunas dependencias municipales.
