La segunda edición de las Jornadas de Tecnificación y Perfeccionamiento de la Federación Melillense de Baloncesto finalizó el pasado viernes y su director, Miguel Martínez Duarte, realizó una valoración de cómo se ha desarrollando esta actividad.
Martínez Duarte comenzó destacando el buen nivel y trabajo que se ha realizado a nivel puramente baloncestístico. «Esta jornadas han marchado muy bien. Hemos cumplido el programa de secuencias y contenidos por categorías. El trabajo técnico-táctico fue de mucha calidad. Los entrenadores tuvieron totalmente planificadas las sesiones, que se colgaron en la web, aunque lo importante fueron esas ganas de enseñar, aportar y que cada día los niños han aprendido algo nuevo».
El director de estas jornadas destacó que sólo habían tenido el problema del mal tiempo en el segundo día, pero que fue solventado sin mayores problemas. «Tuvimos que tomar una serie de medidas que condicionó el lugar de trabajo por el tema del mal tiempo y por el bien siempre de los chicos y chicas preferimos trasladarlos al pabellón Miguel Fernández. Por lo demás todo salió a la perfección», declaró.
En cuanto a las novedades de estas jornadas, Martínez Duarte hizo hincapié en el trabajo especifico que se diseñó para esta edición. «Este años dimos un plus a estas jornadas, dando un salto en el trabajo de cuatro aspectos que considero fundamentales como el tiro, la defensa, el control y el dominio del juego».
Otro de los aspectos que destacó fue el hecho de que los niños entrenaron con la vista en la próxima temporada y que este campus haya servido como adaptación a las nuevas categorías. «El que termina en pequebasket ya está trabajando en minibasket. Es decir, el salto que el jugador va a dar en septiembre ya lo ha dado aquí. Siempre trabajamos con la categoría con la que el niño o la niña va a jugar la próxima temporada».
No todo es baloncesto, y es que además de deporte, paralelamente se llevaron a cabo otro tipo de actividades de carácter más lúdico. «Estas jornadas ha sido por y para los niños y el divertimiento, como la piscina, da un plus. Tenemos que tener en cuenta los tiempos de recuperación porque convivir en un tipo de jornadas como esta es muy importante, primero con el balón por delante y luego con una sonrisa en el agua», explicó.
Para finalizar Martínez Duarte recalcó el interés que estas jornadas despertaron tanto en los niños como en sus padres, y no descarta nuevas ediciones. «El período estival da pie a mucho tipo de actividades lúdicas. Muchos padres nos han pedido que se amplíe el tiempo de estas jornadas o que se realicen en varias ocasiones a lo largo del año, ya que el planning de actividades les resulta muy interesante».
