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Tragedia en Barrio Chino

Ya habíamos dejado constancia en numerosas ocasiones que las fronteras que separan Marruecos de Melilla, con las reformas realizadas por ese país, se habían convertido en unas jaulas que podrían traer problemas al delimitar pasos muy estrechos entre barrotes de hierro que fácilmente pueden convertirse en trampas mortales, como ocurrió ayer
Ya habíamos dejado constancia en numerosas ocasiones que las fronteras que separan Marruecos de Melilla, con las reformas realizadas en este país, se habían convertido en unas jaulas que podrían traer problemas. Han delimitado entre barrotes de hierro pasos muy estrechos que desembocan en tornos y que fácilmente pueden convertirse en trampas mortales si hay un estampida o avalancha de cualquier tipo.

Así ocurrió por ejemplo ayer a las 07.20 horas en el Barrio Chino, donde una avalancha registrada inopinadamente, provocó la tragedia en forma de pérdida de la vida de una persona, en este caso un porteador que había quedado atrapado entre los tornos y rescatado del lugar por los policías nacionales que custodian este puesto fronterizo. Los agentes le realizaron una reanimación cardiopulmonar hasta que llegó el servicio médico urgente del 061 que continúo esta labor y lo llevó al hospital Comarcal, donde permaneció en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). Sin embargo, sobre las 15.00 horas, la Delegación del Gobierno anunciaba su fallecimiento, presumiblemente ahogado por aplastamiento, aunque será la autopsia que se le practique la que determine las causas exactas de su muerte.

El hombre ha sido uno de los numerosos porteadores que quedaron atrapados entre las rejas y el torno de acceso desde territorio marroquí a Melilla cuando a las 7.20 horas de este lunes se rompió el orden en la fila entre cientos de personas que pretendían acceder a la ciudad y se produjo una avalancha desordenada que atrapó a varias de ellas entre los barreras de hierro.

Está claro que cualquier pérdida de vida humana es lamentable y es importante buscar, en situaciones como la vivida este lunes, responsabilidades. Marruecos tiene mucho que decir porque estos desórdenes se producen en el lado de su frontera donde, como decimos, esos barrotes de hierro tan estrechos pueden convertirse en verdaderas jaulas de las que, a veces, es imposible escapar, como le ocurrió a numerosos porteadores que vivieron ayer un día terrible, con siete heridos y un fallecido, aunque durante toda la jornada se rumoreara de la existencia de más muertos -estos en el lado marroquí-, algo que negaron medios de Nador.

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