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Petición de dos años de cárcel por perseguir a su mujer con un cuchillo

El 29 de julio de 2016 una mujer a la que su marido supuestamente había amenazado con “matarla” y a la que había perseguido con un cuchillo, se refugió en una habitación del Centro de Alzheimer, en el Tiro Nacional. La mujer, que según las empleadas del centro estaba nerviosa y asustada, no consintió salir hasta la llegada de los agentes de Policía Nacional que atendieron la llamada de las empleadas. Aunque se negó a declarar en el juicio y el abogado del acusado afirmó que la víctima había dejado constancia de su deseo de no seguir adelante con el proceso, en su denuncia la víctima dejaba constancia de fuertes amenazas contra su integridad física. La Fiscalía pide para el acusado un total de dos años de prisión, uno por cada delito de amenazas. El 29 de julio de 2016, sobre las 13:30, una mujer irrumpió en el Centro de Día para pacientes con Alzheimer, situado en la Calle Enrique Nieto (Tiro Nacional), gritando y mostrándose visiblemente alterada y atemorizada. La mujer, que cargaba con su hijo (todavía un bebé) trató de esconderse encerrándose en una habitación -que hace las veces de almacén- situada en el interior del propio Centro, según afirmó entonces con el propósito de esconderse de su marido, que -según afirmaba- la había amenazado con matarla y la había perseguido con un cuchillo.
Las empleadas del centro, que acudieron al juicio como testigos, afirmaron haber visto a la mujer “asustada y muy nerviosa” y, consecuentemente, llamaron a la Policía.
Al llegar los agentes, la mujer -todavía muy nerviosa- no se atrevió a abrirles la puerta hasta que pasaron varios minutos, momento en el que uno de los agentes accedió al interior y otro se quedó fuera, “para no atosigarla” y para “tranquilizar a cuidadores y pacientes”.
Poco después, el acusado apareció por una plaza cercana y, tras ser identificado como el marido de la joven por los empleados del centro, fue detenido por la Policía, “manteniendo la calma” en todo momento.
Según lo declarado por la víctima en sede policial al interponer la denuncia contra su marido, con el que estaba casada por el rito marroquí y con el que tenía un hijo en común, las agresiones, las amenazas y la “actitud de superioridad” hacia ella eran habituales, si bien no había denunciado “por miedo”.
La discusión que desembocó en los hechos comenzó por vía telefónica, con el acusado espetándole a la víctima frases como “el cuscús te lo va a comprar tu puta madre”, “cuando llegue a casa te voy a matar” o “te voy a pegar una paliza y te voy a mear encima”.
Tras estas amenazas, la mujer trató de esconder los cuchillos de la cocina sin éxito, dado que, al llegar a casa su marido, encontró uno y la persiguió amenazando con matarla, razón por la cual la víctima habría huido despavorida del hogar familiar cargando con el hijo de ambos.

Marcha atrás
El acusado no compareció en la vista y la víctima se acogió a su derecho a no declarar.
Si bien el Ministerio Fiscal interesó para el acusado una pena de 2 años de prisión por dos delitos de amenazas más la imposición de una orden de alejamiento a menos de 200 metros por cinco años y tres años de prohibición de tenencia de armas, la defensa recordó que la denunciante se había “arreglado” tiempo atrás con su pareja, habiendo manifestado su intención de no continuar con el proceso, y que, “dado que la finalidad de la justicia no es condenar sino reinsertar”, una sentencia condenatoria “habiendo pasado un año y medio” no sería sino contraproducente.
Además, en pro de la absolución del acusado, el letrado de la defensa recordó que los testigos que declararon en la vista eran referenciales, ya que ninguno llegó a ver las amenazas, y que la víctima -único testigo directo- se había negado a ratificar su declaración.

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Fernando Lamas Moreno

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