En un intento por reducir la alta siniestralidad en sus calles -en torno a 1.000 peatones mueren al año- Marruecos está aplicando diversas medidas, entre las que destaca la reeducación de los peatones a través de la imposición de multas de 25 dirhams. Esta medida ha suscitado polémicas en un país que, en muchas ocasiones, no dispone de la infraestructura viaria adecuada. Marruecos se está tomando en serio el problema de los peatones, prueba de ello es que en Casablanca tiene previsto invertir 50 millones de dirhams en un ambicioso programa municipal de desarrollo de señalización vial (concretamente pasos de peatones) durante el período 2018-2022.
Además de este tipo de inversiones, Marruecos ha puesto en marcha un programa de sanciones, destinadas a aquellos peatones que no cumplen con las normas de circulación y que no respetan la señalización viaria (es decir, la inmensa mayoría de los marroquíes).
El resultado del caos de la circulación peatonal en Marruecos es que, de los 4.000 muertos por accidente de tráfico cada año, la cuarta parte son peatones, según informa El País.
Para ponerle solución, el Gobierno del país vecino, presidido por el Partido Justicia y Desarrollo (PJD), está implementado un plan que pretende reducir las muertes a la mitad antes del año 2026, y como parte de dicho plan, se están aplicando multas de 25 dirhams (poco más de 2 euros) a aquellos peatones que violen las normas de circulación.
Esta medida ha suscitado una gran polémica en el país vecino, donde la infraestructura viaria sigue siendo deficiente y está totalmente orientada a los vehículos.
Como ejemplo podemos poner la vecina Nador, donde -a pesar de las labores de remodelación- sigue habiendo aceras que desaparecen, bordillos desnivelados y una llamativa carencia de pasos de cebra que, en muchas ocasiones, hacen imposible transitar correctamente por la vía.
