De antemano. Comentaba con el amigo Abdeselam en la cafetería California de la respuesta inmediata del "flautista" o mejor dicho el del trombón que de cuerpo y alma nos descubrió, contra todo pronóstico que, mamó con ritmo y agilidad de lengua la interpretación del Cara al Sol, hemos de decir en su descargo que, para "hablar" a través del trombón hay que tener una mayor agilidad de lengua fuera de lo normal, o sea un lenguetón, lo más inexplicable es que ha ocultado durante 70 años su condición franquista de aquella Falange Tradicionalista a la que tanto ha despreciado subrepticia y descaradamente, lo curioso es que el "carterista" ensombrecido resulta que es nacional por un lado y socialista por el otro o lo que es lo mismo nacional "sindicalista". De su tono y de su elegancia tenemos muestras suficientes incluso en su último escrito, aunque debemos de reconocer que le hemos "domesticado" algo, lo que hace que a su vez le tengamos en consideración a pesar de que se revuelva como un miura entrando al trapo con furia inusitada, todo ello y debido a su trauma Tradicionalista hace que cuando oye el sonido del artilugio de viento que tanto añora, salga como "escopeteado" a embestir la plaza como si militar fuese (lo que le gustaría), y yo no soy plaza ya que para él más bien mosca cojonera, si al menos dijera abejorro. Pero estoy preparado para los lances y comprendo su plante, aunque no tengo culpa de que él haya querido lucir de "flautín" y haya descubierto, como un político cualquiera, su tipo oculto; ahora bien, si por lucir sapiencias, artilugio ventoso y tipo, enseña foto y se ve que además estaba escuchimizado de tanto soplar, pues es verdad que no entiendo de que presume, hoy al menos lo hace de opinionista y copiativo; para él, el antes, pudo ser la OJE camino de situación social y gracia de ser quien es, como quevediano recopilador de dramas militares, muy a tener en cuenta.
Yo recuerdo que siendo menor, me incitaron a ir a la OJE en la calle del doctor Esquerdo frente a O'Donnell, por aquello de irme preparando para el vuelo sin motor, cuando llegué al centro y abriendo la puerta me encontré a los compañeros del "camarada Aranda" uniformados y subidos por los pupitres para alcanzar a codazos el bocata, me asusté, se me fue el alma a los pies; di la vuelta y marché. ¿Todo por un bocata, la boina roja? No lo entendí, fue como un flash, una retirada a tiempo puede ser una victoria.
S. E. Ú O. Un fuerte abrazo camarada.