Abdelmalik Tahar, exdiputado local, creía que iba a volver en breve a la Asamblea de Melilla. Su letrado solicitaba el sobreseimiento de la acusación a la vez que apoyaba las que los abogados de Palacios realizaban contra los cargos del PP y el resto de los imputados. Tahar, de todas formas, se enfrentaba a la dificultad de probar que se reunió bajo presiones o amenazas que en principio no habían sido estimadas por el fiscal y el juez competentes en el proceso, por un presunto delito de cohecho. Es más, su admisión de que había recibido 3,5 millones de pesetas y de que estaba dispuesto a mantenerse al margen de la política local si le hubieran abonado los 50 millones que dice que le prometieron, dificultaba aún más que que pudiera hacer valer una renuncia viciada. Abdelmalik Tahar, exdiputado local, creía que iba a volver en breve a la Asamblea de Melilla. Su letrado solicitaba el sobreseimiento de la acusación a la vez que apoyaba las que los abogados de Palacios realizaban contra los cargos del PP y el resto de los imputados. Tahar, de todas formas, se enfrentaba a la dificultad de probar que se reunió bajo presiones o amenazas que en principio no habían sido estimadas por el fiscal y el juez competentes en el proceso, por un presunto delito de cohecho. Es más, su admisión de que había recibido 3,5 millones de pesetas y de que estaba dispuesto a mantenerse al margen de la política local si le hubieran abonado los 50 millones que dice que le prometieron, dificultaba aún más que que pudiera hacer valer una renuncia viciada.
