Mañana lunes el equipo de seis educadores de calle de la empresa Eulen, contratada por la Consejería de Bienestar Social, iniciará su trabajo de intervención con los menores extranjeros no acompañados que viven a la intemperie.
El contrato, con un presupuesto de 17.870 euros, tiene una duración de 45 días. En concreto el equipo lo integran: dos auxiliares educativos, dos integradores sociales y dos educadores sociales. El objetivo es la intervención en el medio abierto, integrando un conjunto de actividades preventivas y de atención de carácter socioeducativo dirigido a los adolescentes y jóvenes de la calle. "Se detectará a estos jóvenes en situación de riesgo y conflicto social, procurando que inicien un proceso de evaluación de alternativas positivas a su estancia en la calle", dijo el consejero de Bienestar Social. Se realizarán intervenciones educativas individuales y grupales "tendentes a promover el desarrollo integral de los jóvenes en situación de riesgo".
