Sería conveniente que la Fiscalía de Melilla, de oficio, interviniera en esta cuestión por tratarse de un problema de seguridad para la ciudad, al suponer un riesgo para la integridad física de muchas personas. El Ministerio Público tiene mucho que decir en este asunto y por eso sería apropiado que actuara para ayudar a poner fin a la actual situación Los problemas que originan las aglomeraciones de cientos de coches del comercio atípico, comercio fronterizo para otros, en las inmediaciones de la frontera de Farhana y por extensión de la carretera circunvalación hasta los Pinares de Rostrogordo y últimamente incluso a las zonas escolares del Colegio Buen Consejo y Colegio Constitución, requieren de una solución rotunda, rápida y de momento temporal.
Estamos ante un problema excepcional que requiere de soluciones excepcionales y en este caso hacen falta remedios cortos en el tiempo para resolver un problema que ha ido a más.
En este sentido, hay personas que han ofrecido propuestas para solventar esta problemática y entre ellas está la planteada por un empresario para destinar un terreno de un hectárea próximo al puesto de Farhana, un terreno diáfano, que serviría para absorber a los cientos de vehículos que ahora forman las colas en vías que son de tránsito público y que, por esta práctica económica, quedan colapsadas e imposibles de usar para el común de los ciudadanos.
Pero la solución no pasa por reducir el número de vehículos que cruzan a Melilla, como se ha dicho esta semana, porque eso iría en perjuicio de esta actividad económica, sino de buscar otro tipo de soluciones.
Ya se ha ofrecido una, la del citado empresario, que podría ser temporal, mientras se buscan otras más largas en el tiempo, para hacer factible el comercio fronterizo sin interferir en la vida diaria de muchos melillenses, como ocurre actualmente, en concreto de aquellos que deben usar las calles que ocupan estos vehículos y que muchas veces tienen que sufrir auténticas odiseas para recoger a sus hijos del colegio o simplemente para llegar a sus casas.
Además, como hemos visto en videos que hemos ofrecido en este periódico, también hay un problema importante que ocasiona la actual situación, y es de seguridad ciudadana. Las carreras que emprenden estos automóviles por buscar la mejor posición en la cola lleva a que no se tengan miramientos a hora de sortear a las personas que intentan poner orden e incluso atropellarlas si hace falta, como se ve en esta imagen.
Por ello también sería conveniente que la Fiscalía de Melilla, de oficio, interviniera en esta cuestión por tratarse de un problema de seguridad para la ciudad, al suponer un riesgo para la integridad física de muchas personas. El Ministerio Público tiene mucho que decir en este asunto y por eso sería apropiado que actuara para ayudar a poner fin a la actual situación.
Porque lo que se preguntan muchos es ¿cómo se puede permitir esto? Melilla es España y Unión Europea y las imágenes que cada día se ven en las carreteras Farhana y circunvalación son propias de una «ciudad sin ley». Y eso no lo podemos permitir porque ya incluso están en juego las vidas de personas cuando algunos actúan con la temeridad que lo hacen con tal de lograr la mejor posición en las colas de los porteadores. Si están ofreciendo soluciones, hay que cogerlas. Eso será mejor que no hacer nada.
