La Ciudad Autónoma de Melilla invertirá 100.000 euros en un estudio que ha encargado para aumentar la capacidad de bombeo de algunos de los pozos que abastecen la red de suministro de la ciudad, si bien admite que esta medida no es suficiente ante la escasez de agua, por lo que busca pozos nuevos. En rueda de prensa, el consejero de Coordinación y Medio Ambiente, Manuel Ángel Quevedo, informó de que su departamento está trabajando con el Instituto Geológico Minero para “buscar una última posibilidad de pozos” en el sustrato calizo de Melilla, ya que el resto ya ha sido estudiado.
Asimismo, recordó que se está trabajando en la ampliación de la planta desaladora de la ciudad, sobre la que confió que este mes o el próximo termine la tramitación del impacto medioambiental.
No obstante, advirtió de que en un futuro, incluso con la ampliación de la desaladora, “seguirá habiendo problemas” en el suministro, sobre el que la Ciudad Autónoma reduce el caudal por la noche, lo que dificulta la llegada de agua a algunas viviendas situadas en barrios altos de Melilla, como es el caso del Tiro Nacional.
Un 3% de viviendas con problemas de agua
En este punto, Quevedo aclaró que se trata de apenas un 3% de viviendas de la ciudad, que la Consejería de Coordinación y Medio Ambiente visitará para detectar si el problema está en la acometida o se debe a la ubicación, y a cuyos propietarios pidió que reconsideren su decisión de retirar los aljibes que tenían hace años todas las casas de Melilla. En el caso del Tiro Nacional, dijo que los motores y los aljibes están puestos, pero no los tienen en funcionamiento.
Quevedo insistió en la necesidad de mantener actualmente esos depósitos en las viviendas, que eran imprescindibles hace unos años cuando el suministro de agua se cortaba desde las tres de la tarde hasta la mañana siguiente. El mantenimiento mensual de estas instalaciones por vivienda supone un coste de apenas 4 euros, recordó el consejero, en cuya opinión estos ciudadanos “tienen que ayudar” a que no se note la reducción del caudal de de madrugada.
“Si alguien tiene la costumbre de usar la ducha de madrugada, tendrá que adaptar sus instalaciones con un coste muy pequeño”, aseveró el consejero antes de recordar que la Ciudad Autónoma no está obligada por ley a dar una presión de cierto tipo en el suministro de agua.
Más del doble de la media nacional y europea
En cualquier caso, dejó claro que no hay cortes en el suministro de agua y que incluso “en los peores momentos”, cuando se dan averías como la que hubo el jueves, la Ciudad Autónoma ha incorporado a la red de suministro entre 350 y 410 litros por habitante y día, el doble de la media de consumo que hay en España y Europa.
